2007 ha sido el año del cambio de ciclo inmobiliario, y de ministra. El 6 de julio se fue trujillo y llegó chacón. Dentro y fuera del ministerio muchos respiraron aliviados. Trujillo había protagonizado tres intensos años y momentos estelares con fuertes declaraciones: pasarán a la historia alguna de sus medidas como el apagón informativo, las kellyfinder o los minipisos. Pero también puso en pie un nuevo ministerio, metió el alquiler en la agenda política del gobierno, creó la sociedad pública de alquiler, sacó adelante la ley del suelo y todo apunta que finalmente cumplió su promesa el día que tomó posesión de su cargo: "atajar y abaratar el precio de la vivienda". Chacón lleva menos tiempo pero cae mejor y sus medidas, a diferencia de su antecesora, parece que cuentan con amplios apoyos. En 70 días y 70 noches consiguió un plan de fomento del alquiler que el próximo 1 de enero se pondrá en marcha
En 2007 se ha confirmado el fin del boom. Si durante el último semestre de 2006 la ralentización era cada vez más clara, los siguientes trimestres han provocado que la tan anunciada desaceleración del mercado se acelere. Los precios han comenzado a bajar y los compradores han entendido que ahora tienen la sartén por el mango. Los vendedores comprenden que es el momento de aceptar ofertas razonables porque es posible que la oferta que hoy se rechace no se consiga en unos cuantos meses. En 2008 probablemente se consolidará la tendencia de los precios a bajar o subir por debajo de la inflación. Ante esta situación la demanda se ha decidido a presentar ofertas por las propiedades que le interesan. La situación parece haberse invertido y la mayoría de los factores que jugaron a favor del boom se han dado la vuelta. La facilidad de crédito que animó a muchos a comprar vivienda(s) ha terminado con el pánico bancario causado por la crisis subprime. Las hipotecas basura no han afectado de forma seria la cuenta de resultados de los bancos españoles pero les ha abierto los ojos del peligro y han cerrado el grifo del crédito. Los tipos de interés, históricamente bajos durante el fuerte crecimiento del mercado inmobiliario español, comenzaron a finales de 2005 a subir y hoy, situados en el 4%, no hay visos de que vayan a volver a bajar. Aunque los analistas no se ponen de acuerdo sobre qué hará trichet, director del banco central europeo (bce), recientemente advirtió que su máxima prioridad sería controlar la inflación en 2008 lo que ha sido interpretado como un guiño al mantenimiento o incluso a una subida de los tipos
Los elevados precios, consecuencia final de la burbuja inmobiliaria, han terminado por socavar la cada vez más debilitada demanda que ya se ve incapaz de acceder no sólo a la vivienda en venta, sino tampoco al alquiler. Los pisos compartidos son una realidad cada vez más frecuente entre los colectivos con menos posibilidades (mileuristas, solteros, divorciados o inmigrantes). No obstante, la aceleración del proceso no significa que nos estemos acercando a un escenario catastrófico y la industria está reconduciendo sus negocios hacia otros modelos (internacionales, de alquiler, etc). Eso sí, guarde bien los recuerdos de estos años porque el boom inmobiliario español ya es historia y pronto se estudiará en las escuelas
En 2007 se ha confirmado el fin del boom. Si durante el último semestre de 2006 la ralentización era cada vez más clara, los siguientes trimestres han provocado que la tan anunciada desaceleración del mercado se acelere. Los precios han comenzado a bajar y los compradores han entendido que ahora tienen la sartén por el mango. Los vendedores comprenden que es el momento de aceptar ofertas razonables porque es posible que la oferta que hoy se rechace no se consiga en unos cuantos meses. En 2008 probablemente se consolidará la tendencia de los precios a bajar o subir por debajo de la inflación. Ante esta situación la demanda se ha decidido a presentar ofertas por las propiedades que le interesan. La situación parece haberse invertido y la mayoría de los factores que jugaron a favor del boom se han dado la vuelta. La facilidad de crédito que animó a muchos a comprar vivienda(s) ha terminado con el pánico bancario causado por la crisis subprime. Las hipotecas basura no han afectado de forma seria la cuenta de resultados de los bancos españoles pero les ha abierto los ojos del peligro y han cerrado el grifo del crédito. Los tipos de interés, históricamente bajos durante el fuerte crecimiento del mercado inmobiliario español, comenzaron a finales de 2005 a subir y hoy, situados en el 4%, no hay visos de que vayan a volver a bajar. Aunque los analistas no se ponen de acuerdo sobre qué hará trichet, director del banco central europeo (bce), recientemente advirtió que su máxima prioridad sería controlar la inflación en 2008 lo que ha sido interpretado como un guiño al mantenimiento o incluso a una subida de los tipos
Los elevados precios, consecuencia final de la burbuja inmobiliaria, han terminado por socavar la cada vez más debilitada demanda que ya se ve incapaz de acceder no sólo a la vivienda en venta, sino tampoco al alquiler. Los pisos compartidos son una realidad cada vez más frecuente entre los colectivos con menos posibilidades (mileuristas, solteros, divorciados o inmigrantes). No obstante, la aceleración del proceso no significa que nos estemos acercando a un escenario catastrófico y la industria está reconduciendo sus negocios hacia otros modelos (internacionales, de alquiler, etc). Eso sí, guarde bien los recuerdos de estos años porque el boom inmobiliario español ya es historia y pronto se estudiará en las escuelas
1 Comentarios:
"Su promesa el día que tomó posesión de su cargo: "atajar y abaratar el precio de la vivienda" ¿Señora ministra por que no empieza por eliminar todos los impuestos que gravan a la primera residencia? ¿Por qué no crea una politica que fomente realmente el ahorro ?
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