¿Acciones o ladrillos? La eterna pregunta ya tiene respuesta, al menos para los inversores más pacientes. La bolsa, a largo plazo, es más rentable que la vivienda. Desde el nacimiento del ibex, a finales de la década de los ochenta, el mercado bursátil ha ofrecido una rentabilidad anual del 11,4%, cifra que llega al 26% en las grandes empresas que sobreviven en la bolsa desde entonces. En el mismo periodo, los pisos alcanzan un rendimiento del 8,8%, aunque su evolución es más estable. Es decir, 100 euros invertidos en bolsa en 1988 tienen hoy un valor de 317 euros, mientras que 100 euros depositados en la misma fecha en vivienda se han revalorizado sólo hasta 267 euros, según datos del propio ibex y sociedad de tasación
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