El volumen invertido por los ciudadanos extranjeros no residentes en inmuebles españoles alcanzó los 5.538 millones de euros en 2005, lo que representa una caída del 16,7% respecto al año anterior y supone el segundo descenso anual consecutivo, según datos del banco de España. Las estadísticas del instituto emisor ponen de manifiesto que las viviendas españolas son cada vez menos atractivas para los extranjeros, principalmente por el precio creciente de los inmuebles que se ha unido a un paulatino crecimiento de los tipos de interés. Esto ha provocado que los ciudadanos extranjeros dejen de ver en los inmuebles españoles una oportunidad de negocio
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