El ministro de fomento, Francisco álvarez-cascos, afirmó el martes que las empresas inmobiliarias han rechazado el plan propuesto por el gobierno para fomentar la construcción de viviendas en alquiler. El plan propone aplicar el tipo reducido del 2% (frente al 35% que tienen que pagar ahora) para las plusvalías que las compañías del sector inmobiliario obtengan por construir viviendas para arrendar, en el caso de que dicha ganancia se reinvierta de nuevo en la edificación de este tipo de residencias. Además propone aumentar en un 50% la amortización máxima de esas viviendas. Como contraprestación, las viviendas deberán tener una superficie máxima de 90 metros cuadrados y su precio máximo deberá ser equivalente al salario mínimo interprofesional, que en la actualidad asciende a 6.190 euros al año de forma opcional, el gobierno también propone que el precio del alquiler permanezca congelado durante los cinco primeros años en que el inquilino ocupe la vivienda, para después solo poder actualizarlo según la evolución del índice de precios de consumo (ipc). Álvarez cascos aseguró que "el diálogo sobre el plan sigue abierto"
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