Las nuevas viviendas tienen que cumplir una normativa, actualmente en revisión, para acercar a los ciudadanos las nuevas tecnologías. El objetivo es que sólo se tenga que adquirir los servicios, sin tener que instalar cables en las fachadas. La mayoría de las promotoras y constructoras no cumplen esos requisitos es obligatorio que las viviendas que se entregan ahora puedan captar, adaptar y distribuir señales de difusión sonora y televisión terrenal; distribuir señales de televisión y radiodifusión vía satélite, así como acceso al servicio de telefonía básica y acceso al servicio de telecomunicaciones por cable. Si el inmueble no cumple lo establecido por la ley pueden imponerse multas entre 30.000 y 300.000 euros
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