La destrucción de las torres gemelas de nueva york no sólo supuso una tragedia humana por las víctimas del ataque terrorista, sino también la pérdida de cerca de dos millones de metros cuadrados en los que unas 430 empresas de todo el mundo albergaban sus oficinas David michonsky, presidente de coldwell banker commercial properties, una de las empresas inmobiliarias más importantes de estados unidos, aclara que después del 11-s el valor del m2 en las oficinas se congeló y los propietarios, en lugar de aprovecharse y aumentar los precios ante la demanda de compañías que habían quedado sin espacio, decidieron hacer un pacto y no subirlos según michonsky, si se descubría a alguien aumentando el precio, corría el riesgo de ser denunciado a las asociaciones inmobiliarias, ser expulsado de las mismas y ser puesto en ridículo. En muchos casos, los agentes inmobiliarios ofrecieron sus servicios gratuitamente a las firmas que buscaban oficinas
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