El sector inmobiliario español ha decidido apostar por las inversiones que se encuentran fuera de nuestras fronteras. Tal y como demuestran los últimos datos del banco de España, el volumen invertido por los residentes en la adquisición de viviendas en el extranjero alcanzó un total de 324 millones de euros durante el pasado verano, lo que supone más que duplicar los 154 millones de euros contabilizados en el mismo periodo de 2004. Hasta agosto de 2005, los inversores nacionales han destinado un total de 740 millones a comprar inmuebles en el mercado exterior, un 58,12% más que en el mismo periodo del ejercicio anterior. Según Guillermo chicote, de la asociación de promotores y constructores de España (apce) esta evolución se debe fundamentalmente a la necesidad de diversificación de las sociedades nacionales, con el objeto de reducir la exposición al mercado nacional, buscando oportunidades en el entorno comunitario
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