La fiebre constructora de vivienda en los últimos años ha propiciado la formación de un importante stock de casas nuevas sin vender que pocos analistas se atreven a cuantificar. Desde caixa catalunya aseguran que ese excedente se sitúa entre 350.000 y 500.000 pisos que la demanda no puede absorber a corto plazo. Pese a lo abultado de esta cifra, la entidad catalana no ve serios riesgos para el sector y recuerda que se está produciendo un significativo ajuste en el número de casas iniciadas que impedirá un desplome brusco. No podrá evitarse en cambio que la morosidad bancaria se duplique en 2009. Las estimaciones realizadas por el servicios de estudios del bbva son menos optimistas aunque coinciden en que durante 2008 mejorará la accesibilidad a la vivienda, entendiendo por ésta el porcentaje de renta que deberán destinar las familias al pago de su casa
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