El mercado inmobiliario en moscú es como un tren rápido al que muy pocos pueden subirse. En los últimos ocho meses el precio de las viviendas en la capital rusa, su provincia y san petersburgo ha aumentado un escalofriante 50,5%, según datos de irn, una agencia de análisis inmobiliario. "Al menos un 70% desde el verano pasado" tercia por su parte mijail evraev, director de control y vigilancia de los monopolios locales en el servicio federal antimonopolio. Las autoridades rusas comienzan a sospechar que detrás de este boom podría haber algo más oscuro que una simple e inocente especulación. En moscú, el metro cuadrado cuesta 3.500 dólares, pero el coste del suelo es del orden de los 400 dólares. Los responsables de las empresas inmobiliarias protestan contra las acusaciones y aseguran que los altos precios se deben al mercado, que "en moscú hoy en día está potencialmente preparado para un precio de la vivienda entre 6.000 y 6.500 dólares", sostiene Natalia kirpichenko, directora general de la constructora miel-brokeridzh
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