España construye pisos a un ritmo superior al que crece su población. En el último medio siglo (1950-2000) las grúas han levantado en nuestro país 14,6 millones de viviendas, a pesar de que sólo hemos ganado 12,8 millones de habitantes según un estudio de la fundación bbva. Este fuerte crecimiento de la construcción ha tenido dos importantes consecuencias: la primera es que se ha reducido el número de habitantes por vivienda. Si en 1959 vivían en cada hogar español 4,47 personas ahora la media es de 1,96. Según los últimos datos del ine (2001) los hogares unipersonales y los formados por parejas sin hijos representan el 38% del total. La segunda consecuencia es que tanto ladrillo ha motivado que muchas viviendas estén desocupadas. Hace 50 años solo el 5% de las viviendas estaban vacías pero ahora el porcentaje es del 32%, con un parque inmobiliario de 20,8 millones. La comunidad de Madrid lidera la actividad constructora: en el último medio siglo se han edificado en esta región 2,1 millones de nuevas viviendas, lo que supone que el parque inmobiliario madrileño ha crecido un 542% desde 1950. De éstas, unas 611.000 están desocupadas. Tras Madrid, Cataluña y las principales zonas turísticas como Alicante, málaga, Murcia y Baleares son las que más han construido
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