En principio, cuando se quiere financiar la adquisición de una primera vivienda, resulta más rentable desde un punto de vista estrictamente económico una hipoteca que un préstamo personal. En la actualidad los préstamos hipotecarios tienen un precio medio del 5%, mientras que los de consumo se comercializan de media al 7,5%. Esta diferencia compensa los gastos adicionales (notaría, registro, hacienda...) que supone una hipoteca y que no aparecen en los créditos personales sin embargo, cuando el importe solicitado es de escasa cuantía y el plazo elegido es inferior a 5 años, puede resultar más rentable un crédito al consumo. También se puede hacer al revés, financiar la compra de un coche, la reforma de la vivienda, comprar electrodomésticos con una hipoteca en la actualidad, cuatro entidades (la caixa, caja Madrid, banesto y halifax) ofrecen este tipo de créditos llamados "revolving" . Consiste en que el particular formaliza una cantidad (por ejemplo 60.101,21 euros) y a medida que, gracias a sus cuotas mensuales, va amortizando la cantidad dispone de la posibilidad de reutilizarla para otros fines. Con ello se consigue financiación más barata que la que ofrecen los préstamos al consumo. La principal desventaja es que son más caros al principio, independientemente de que se vuelvan a utilizar o no la cantidades previamente amortizadas. Además, no tienen ventajas fiscales
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