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En estados unidos el mercado de la vivienda está perdiendo el contacto con la realidad. Los precios, animados por tasas de interés que han permanecido cerca de récords históricos, han seguido subiendo y agrandando la distancia entre el valor de las casas y los principios fundamentales que sustentan ese valor, como son los ingresos personales y el crecimiento del empleo. Sin embargo, lo más preocupante es el cambio de mentalidad: cada vez más estadounidenses ven las casas no como un lugar donde vivir, sino como una inversión a prueba de todo, donde es imposible perder. Esta fe apasionada en que el dinero invertido en vivienda se multiplicará de forma mágica está creando un frenesí especulativo que no puede sino acabar mal

El precio medio de la vivienda ha aumentado un 47% desde 1995, algo sin precedentes en estados unidos. En el boom ocurrido entre 1982 y 1989, los precios subieron una media del 14% y eso fue suficiente para provocar una bajada sustancial: desde 1989 a 1994 cayeron un 5% en términos reales. ¿Cuándo terminará todo? Ya sabemos que las burbujas pueden extenderse más allá de lo que parece razonable. El detonante más probable podría ser una subida de tipos de interés unido a un aumento continuado de los impuestos sobre la propiedad. El final del boom no será tan terrible como un hundimiento de la bolsa pero eso no significa que no vaya a ser duro. En la bajada de los 90, por ejemplo, los precios en el condado de los ángeles cayeron un 21%. En esta ocasión, una caída de los precios o incluso un estancamiento podría suponer un golpe duro para la economía

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