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Derecho a la vivienda
GTRES

Leo, era un niño soldado de Sierra Leona.  A sus 14 años, se encuentra ante un dilema, al que jamás deberíamos enfrentarnos nunca.

Su escuadrón acaba de secuestrar a 15 chicas de la etnia rival. El jefe de la banda le ordena, que viole y después mate a una niña de su edad. Su único delito ser Mendé.

Su primer pensamiento es sobrevivir. Leo piensa: “Si no lo hago, me van a matar por cobarde”. Además, después la forzarán a esta pobre niña todo el pelotón y su sufrimiento y muerte será mucho más dolorosa. Será un mal menor -se decía-.

Pero en el fondo Leo, sabe que no está bien. Que aunque está en una guerra, hay líneas que no se deben traspasar, debe enfocarlo de otro modo.

El domingo 13 de octubre, se celebró una manifestación en varias ciudades españolas solicitando la bajada del precio de los alquileres, en la que se esgrimió un mensaje muy poderoso: “No hay policías, ni juzgados, ni matones suficientes para parar esta protesta”. Y se llamó a cometer un delito, enmascarado en lo que llaman desobediencia civil. No pagar los alquileres es ocupación ilegal y es un delito tipificado en el artículo Art. 245.2 del Código Penal. 

Los motivos para este llamamiento me parecen equivocados, no solo porque los propietarios no son culpables de esta situación, sino porque las premisas del origen de los problemas de vivienda son erróneas. Desde mi punto de vista, se enfoca mal el problema.

1. Es un reto demográfico

Primero, no estamos ante un problema de vivienda. Estamos ante un reto demográfico importante. Muy localizado.

 Que a Madrid vengan 70.000 personas a quedarse a vivir anualmente y que según las previsiones del INE en los próximos años va a aumentar a 120.000, no es un problema. Problema sería que no quisieran venir a vivir a Madrid.  Mi suegro vive en Pinofranqueado, provincia de Cáceres, y allí no hay retos de vivienda.

2. El precio de la vivienda aún no está en máximos

Segundo, el predio de la vivienda sube, pero no estamos en máximos.

A pesar de que los dos costes más importantes de la obra nueva, suelo y construcción, están disparados (no hay suelos y no hay trabajadores), la vivienda en venta no está en máximos, es más, estamos un 25% más bajo si aplicamos la indexación del IPC (Fuente la Caixa Research) sobre máximos históricos y eso que la construcción ha subido más del 30% desde la pandemia.

Precio de la vivienda
CaixaBank

3. Fomento de la oferta

Tercero, un mal enfoque de alquiler; es la oferta, estúpido.

En cuanto al alquiler, no hay datos fiables oficiales, pero parece que la Ley de Vivienda ha provocado un efecto pernicioso sobre el precio, al retirar claramente oferta del mercado. Nunca a lo largo de la historia topar los precios de ningún producto ha bajado su precio. Y este no es el verdadero problema, el problema es el miedo a la ocupación ilegal.  

No hay que tratar la demanda, hay que fomentar la oferta (hay muchas fórmulas).

4. Demasiado ruido sobre la vivienda

Cuarto, demasiado ruido.

La vivienda en España se reparte de la siguiente manera.

  • 45,1% de la vivienda en propiedad sin hipoteca (no hay sobreesfuerzo económico para el/los propietarios).
  • 30,3% en propiedad con hipoteca (no hay sobreesfuerzo).
  • 15,9% alquiler a precio de mercado (hay que poner foco, es el reto de mejora de acceso a la vivienda).
  • 8,8% alquiler inferior al precio de mercado o cesión (no supera el 30% de su renta a vivienda).
Porcentaje de hogares en alquiler
CaixaBank

Pues bien, solo un porcentaje pequeño de la población destina más del 30% de su sueldo a la vivienda y está focalizado. Por cierto, los datos dicen que en su conjunto en España hay menos sobreesfuerzo de renta que en el resto de UE.

Dicho lo cual, hay que trabajar mucho y bien para que nadie tenga dicho efecto pernicioso de no acceder a una vivienda. Que no sean tantos como aparece todos los días en los medios, no significa que haya que negar la realidad.

Una vez contextualizados bien los datos, mi reflexión es: ¿Este es un problema de vivienda o económico y social y, sobre todo, de políticas públicas y de cómo gastamos nuestros Presupuestos Generales del Estados (PGE)?

Los PGE se centran en mantener pensiones, deuda y subsidios antes de en fomentar políticas de vivienda (ver gráfico adjunto, en el que la vivienda ni aparece).

Los Presupuestos Generales del Estado
PGE

Si tenemos un precio por metro cuadrado en Madrid, la mitad que en Londres o París, ¿no será que no tenemos acceso porque nuestra renta neta no es la adecuada?

¿Por qué la renta de mucho segmento de la sociedad es baja? ¿Poca cualificación, estudios o problema de educación? ¿Falta competitividad de nuestras empresas? ¿Por la fiscalidad? La diferencia entre bruto y neto de las nóminas es abismal para la clase media. Y ¿es normal que en un país los funcionarios, pensionistas, desempleados y dependientes, sean mucho más que trabajadores del sector privado y autónomos? 18.214.450 vs 17.699.000 personas.

¿Por proponer fórmulas simplistas no vamos a generar más problemas? Los propietarios que tienen la vivienda pagada, muchas veces alquilada, es su sistema de vida. ¿Cuántos pensionistas pueden pagar sus residencias porque pueden pagarla gracias al alquiler de sus viviendas? Y, si no cobran su alquiler, ¿van a dejar de pagar sus residencias? ¿Cuánta gente iría al paro si eso ocurre?

Mal enfoque, malas soluciones.

La desobediencia civil no es el camino.  

El camino es trabajar desde la fiscalidad, el urbanismo, la mejora de la productividad, la innovación y sobre todo la captación de inversión (este negocio es intensivo en capital y necesitamos fondos de pensiones y fondos de inversión como propietarios de alquileres, el Estado no tiene ni capacidad de producción ni de mantenimiento de parque público de viviendas), todos juntos para poner más oferta en el mercado y rápido.

Se debe tener claro que el propietario gana dinero como en cualquier otra actividad (como el panadero de tu barrio) o no habrá oferta y, por tanto, se agravará el problema.

La desobediencia lo  único que va a generar es que gente bien intencionada pero mal informada y asesorada, va a cometer el error de cometer un delito, como el caso de Juana Rivas, que asesorada desde Centro de la Mujer de Maracena, y arengada por diferentes movimientos sociales, acabó cometiendo un delito y pasando por la cárcel por ello. Evitemos que se quemen otras Juana Rivas por esta chispa que acaba de encenderse, porque como cantaba Héroes del Silencio, “Todo arde con la chispa adecuada”.

Leo se encuentra con su dilema o matar o morir, o delinquir (más) para cubrir un mal menor. Pero sabe que la vida se puede enfocar de otra manera.

Coge a la chica del pelo, la pega, la arrastra a una habitación, grita, jadea, mientras que le muestra a la chica la ventana, la da tiempo para que huya, mientras el jefe ríe con los otros y satisface sus necesidades más primarias con las otras chicas que no han tenido tanta suerte. Leo y la chica escapan. Leo hoy dirige una ONG en Sierra Leona. 

La resolución de todo dilema es el enfoque.

¡!!En vivienda, qué mal lo estamos enfocando!!! Por la culpa de unos pocos y por el ruido y alarma social que estamos generando.

Jorge Ginés es director general de ASPRIMA desde octubre de 2023. Licenciado en Derecho y diplomado en fiscalidad, inició su carrera profesional como consultor de desarrollo de negocio y ha fundado la empresa Desaprendiendo. Es autor del libro “¡Aún dicen que el pescado es caro!; Confesiones de un consultor inmobiliario”.

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