En inglés la palabra Shabby significa ajado, raído, deslucido por el paso del tiempo . Y ello nos da la clave de este estilo tan peculiar que apuesta por dar un toque más chic a las piezas antiguas. La idea es mezclar muebles desgastados en metal o en madera envejecida con detalles elegantes que modernicen el espacio.
Evocador, dulce y muy femenino, tiene su origen en Gran Bretaña, en las grandes casas de campo equipadas con mobiliario antiguo – pintado y repintado una y otra vez–, con bellas tapicerías desgastadas y con un claro predominio del color blanco.
El romanticismo es clave
En su vertiente más romántica, el estilo shabby chic se ha convertido en una de las tendencias más demandadas en el mundo del interiorismo. Para Valentina Cialfa, especialista en estilismo y decoración, el secreto está en “su capacidad para transmitir serenidad, creando ambientes acogedores y relajados”. Para lograrlo, existen ciertas piezas imprescindibles, como los sillones y sofás muy mullidos, las maderas desgastadas, las elegantes lámparas de araña, candeleros envejecidos y, por supuesto, “los portafotos y espejos de Marcos patinados”.
Mejor con pátina
Precisamente por su esencia cálida y recogida, el look shabby es muy apropiado para decorar la casa durante los meses fríos. Los muebles blancos con efecto desgastado aportan un aire cálido y vivido a la casa. Para Valentina es muy importante fijarse en la paleta de color, “huyendo del estridente y clásico tándem rojo y verde”. En su versión más tradicional, el estilo romántico emplea el blanco como base, recurriendo a los cromatismos pastel en paredes y accesorios. No obstante, “podemos darle un aire más actual apostando por el gris y el rosa”, añade, “obteniendo el toque festivo al mezclarlos con los plata y dorados”.
Una mesa para enamorar
En el comedor, uno de los espacios más importantes en esta época de celebraciones, Valentina nos aconseja usar un mantel ligero, de Lino blanco o crudo, y abundante, “si puede llegar hasta los pies de la mesa, mejor”. También podemos sobreponer un camino de organza o de seda en color rosa, tela que puede servirnos para confeccionar los servilleteros. En cuanto a la vajilla, “debe ser Blanca o con un grabado dorado”, un guiño clásico que contrastará con la cristalería: “en las copas podemos buscar un toque más contemporáneo combinando las piezas de cristal con modelos malvas, plateados…”.
Aunque en su vertiente más purista el shabby sigue optando por una decoración recargada, una vez que nos trasladamos de las grandes casas antiguas a un pequeño piso Urbano, Valentina dice que es necesario “crear rincones y distribuir la decoración para crear ambientes más envolventes”. Así evitaremos que el efecto sea excesivo, dando protagonismo, por ejemplo (arriba, derecha), a la mesa del salón, “adornándola con una bandeja de latón llena de velas blancas”.
Un árbol diferente
Por último, hablamos del gran protagonista de la navidad: el árbol. Valentina nos aconseja obviar el abeto tradicional: “Colocar una o varias jarras con ramas naturales decoradas con luces y adornos navideños”. En todo caso, si recurrimos a una variedad artificial siempre podemos decantarnos por un árbol blanco o en verde natural y decorarlo con mucha nieve.
Para poder comentar debes Acceder con tu cuenta