En alguna ocasión ya hemos abordado cómo poner a punto tu máquina de aire acondicionado antes de empezar a utilizarlo, que si lleva mucho tiempo parado (lo que viene siendo habitual salvo que tengas bomba de calor como calefacción en invierno), hay que hacer un pequeño chequeo para comprobar que todo está ok.
Pero no solo de aire acondicionado vive el hombre.. Hay otros electrodomésticos en casa que también conviene limpiar de vez en cuando, porque sí, la lavadora también requiere de tu atención, al igual que tu lavavajillas. Por evitar gérmenes y también, para que te duren más, que no está la economía como para fiestas.
Hoy vamos a abordar este tema, veamos cómo limpiar los principales electrodomésticos que tienes en casa.
La lavadora no se lava sola
Si pensabas que así era, sentimos sacarte de tu error: a pesar de que en el bombo veas agua y espuma, requiere de una limpieza si quieres tenerla fetén y que te dure unos años más. Si nos referimos al bombo, basta con que pongas dentro un poco de vinagre de limpieza en el dispensador, elige un programa con temperatura alta y ponla en vacío. Así de sencillo: esto convendría hacerlo al menos, un par de veces al año.
Para el cajetín, que siempre ves que quedan restos de detergente y acaban apareciendo manchas, sácalo y ponlo cinco minutos en vinagre blanco. Quedará como nuevo.
Respecto a la goma de la puerta, si las ves negra es que ahí se cuecen mohos, bacterias y gérmenes. Lo más recomendable es que la saques con un paño después de cada lavado. Y un consejo práctico: después de cada lavado te aconsejamos que dejes la puerta abierta un rato cuando saques la ropa. Así evitarás que se concentre la humedad. Y echa un ojo de cuando en cuando al filtro: no es complicado, pero cuando vayas a hacerlo prevé unas bayetas o la fregona.
El lavavajillas también requiere amor
Primer consejo fundamental: los restos de comida hay que tirarlos en la basura antes de poner esos enseres en el lavavajillas. Así evitarás que puedan servir de alimento a bacterias y también que tu lavavajillas huela como Mordor. Para que el interior quede como si el aparato fuese a estrenar basta con ponerlo vacío, al igual que la lavadora, con el limpiamáquinas que considerse más adecuado. Es lo mejor para desinfectar. Tampoco está de más que saques el filtro cada cierto tiempo (según cuánto pongas el lavavajillas) y lo limpies con agua y jabón porque muchas veces los restos de comida acaban ahí.
El frigorífico
Restos de comida, líquidos que se vierten, escarcha… El frigorífico puede ser un nido de gérmenes así que conviene prestarle mucha atención: al menos una vez al mes hay que darle una buena limpieza. Para reducir la escarcha, intenta no dejar abierta la puerta más de lo necesario, por ejemplo. Y para limpiar el interior, tendrás que ir liberando cada balda y pasándola por el producto que más te guste. Ahora que se acercan las ansiadas vacaciones es buen momento para limpiarlo, porque solemos ir tirando de los alimentos perecederos y acabarlos antes de irnos: aprovecha ese momento para limpiar las baldas. Las paredes internas pueden limpiarse muy bien con bicarbonato de sodio: diluye dos o tres cucharadas en agua tibia y frota. Aclara con un trapo y acuérdate siempre de secar muy bien antes de cerrar el frigo. Las baldas, después de limpiarlas bajo el grifo, requieren también de un secado exhaustivo antes de volver a su lugar.
Y con estas recomendaciones, conseguirás unos electrodomésticos limpios y con más años de vida.
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