Es el momento de soñar y de soñar a lo grande. Millones de personas dentro y fuera de España estarán pendientes de los números premiados de la Lotería de Navidad. Quienes cumplirán sus sueños son aquellos afortunados a los que les tocará un décimo o una participación en el Gordo de Navidad.
Pero esa irrefrenable alegría se puede convertir en un infierno si suceden algunas de estas cosas terribles.
1. Perder el décimo
Te sabías el número de memoria pero una vez que te ha tocado, te pones a buscarlo y no lo encuentras. Entonces empiezas a sospechar de la gente de tu alrededor. Y ahí empiezan los problemas. Se llama pánico asesino.
2. Compartir el décimo
A última hora, tu suegro, tu mejor amigo, o tu hermana te piden compartir el número. O los tres a la vez. Tú no estabas muy dispuesto, pero al final lo sacrificaste por las buenas relaciones. Eso está muy bien: pero ahora te toca la mitad, una tercera parte, una quinta parte…
3. Haber comprado solo uno
Estuviste en aquel establecimiento de Lotería y viste el número. Sentiste una revelación interior. Una voz te dijo: anda, compra dos, o tres. Pero aquel día estabas tacaño y solo compraste uno. Bueno: son 400.000 euros (que pudieron ser 800.000 o 1,2 millones).
4. Compartir con la peña
Es un momento glorioso cuando sabes que le ha tocado a un grupo de amigos. Cada semana, uno era el encargado de hacerlo. Pero resulta que esta semana, al que le tocaba hacerlo, ¡se le olvidó! ¿En serio se le olvidó? Dios mío: ahora empieza tu peor pesadilla.
5. No pagarlo
Habías quedado en llevarte un décimo que te ofreció tu cuñado, pero nunca lo pagaste. Pues tocó. Cuando llamas para compartir la alegría, te dice que nunca pagaste el décimo de modo que has perdido tu oportunidad y a tu cuñado.
6. Hacienda
Cuando te toca, te das cuenta que va a resolver todas tus deudas. Pagarás la hipoteca de un plumazo. Bueno, no tanto porque desde hace unos años, Hacienda se queda con el 20% de los premios superiores a 2.500 euros.
7. La cartera
Justo el día en que se celebra el Gordo, te roban la cartera. Pones la denuncia y cuando le dices al policía que había varios décimos de lotería, este te dice que eso no aparece nunca. Entonces, anuncian por radio y TV el gran premio. Acabas de hacer rica a la persona que te robó.
8. Más participaciones
Hay establecimientos que venden participaciones de números de Navidad. Tú compraste en el bar de abajo. Le tocó. Pero poco después un amigo del bar te llama diciendo que aquel desalmado ha vendido más participaciones de las que debía. Muchas más. Muchísimas. Tu sueño empieza a desinflarse.
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