Tom Cruise camina por un largo pasillo. Las pantallas situadas a derecha e izquierda reconocen automáticamente su iris, ofreciéndole publicidad personalizada. Entra en una conocida tienda de ropa estadounidense y una asistente virtual, que ya le conoce, le saluda efusivamente. Aunque la escena transcurre en el 2054 que planteaba 'Minority Report', lo cierto es que Steven Spielberg podía estar muy acertado con esta predicción del futuro de la publicidad en la era del Internet de las cosas.
Si cada vez tendremos que cargar con más dispositivos tecnológicos (el móvil, la 'tablet', el portátil, la pulsera inteligente y el 'smart watch') y además todos los dispositivos de nuestra casa también están conectados a Internet (desde nuestra televisión hasta nuestra lavadora), los soportes y formatos publicitarios se multiplicarán. Pero puede que los usuarios no estemos muy contentos con la idea de que nos bombardeen a anuncios de todas las formas y colores.
Las televisiones inteligentes han sido las primeras en recibir críticas por molestar a aquellos telespectadores que se compraron una pensando que por fin tendrían el absoluto dominio de lo que querrían ver. Varios usuarios ya han arremetido contra Samsung por mostrar anuncios a través de ventanas emergentes cuando se encontraban tranquilamente viendo la televisión o se habían conectado a través de plataformas en 'streaming'.
Las quejas del bloguero David Chartier saltaron a los medios de comunicación: mostró de forma detallada cómo en su pantalla apareció repentinamente un anuncio de la aplicación Yahoo Broadcast Interactivity (que había firmado un acuerdo con Samsung, como la compañía explicó después) pese a que él estaba utilizando el dispositivo Apple TV, huyendo de la publicidad tradicional.
Los usuarios de la plataforma Plex ya habían protestado por el mismo motivo: su televisor Samsung decidió interrumpir su programación a la carta para ofrecerles un anuncio de Pepsi. La compañía surcoreana se ha visto obligada a explicar la enrevesada forma de conseguir desactivar esos dichosos anuncios. Los usuarios tienen que mostrar su desacuerdo con el escondido Aviso de privacidad de Yahoo para lograr desactivarlos, que no hay nada más molesto que estar cómodamente viendo el final de una película y que una marca de refrescos te haga volver a la realidad.
Entre las críticas por sus invasivos anuncios y las acusaciones de que sus televisores inteligentes espían a sus usuarios a través del reconocimiento de voz, Samsung no gana para disgustos. Al menos puede consolarse en que no es la única: LG ya sufrió las mismas quejas hace un tiempo cuando un consumidor se dio cuenta de que su televisión estaba recogiendo información de los programas que veía para después ofrecerle publicidad contextual y personalizada.
Ya sabemos que ofrecer publicidad contextual es uno de los principales negocios de Google y el gigante de Mountain View quiere trasladar ese modelo a la televisión. Google ya ofrece su propio servicio de Internet por fibra óptica, Google Fiber, en Kansas, con la opción de contratar 150 canales en alta definición. La compañía ya ha explicado que las empresas locales podrán anunciarse en esos canales, ya que sus anuncios se adaptarán a la geografía, el tipo de programa e incluso el historial del telespectador (si este no se niega a ello).
Probablemente te estés asustando al enterarte de que tu televisión dejará de ser la caja tonta, pero lo mismo pasará con tu nevera, tu coche o cualquier aparato electrónico que esté conectado a Internet, aunque no todo tienen por qué ser desventajas. Al fin y al cabo, si a ti lo que te gusta es la decoración del hogar, ¿No te interesa también que tu publicidad te hable de diseño de interiores?
Los electrodomésticos también podrán convertirse en una revolución para el marketing de las empresas. Si nuestro lavavajillas sabe cuánto detergente ha gastado, podrá a su vez comunicarnos cuándo necesitamos comprarlo y encargarse directamente del nuevo pedido a través de una 'app'. Así que puede que a la empresa de detergentes le deje de interesar publicitarse por medios tradicionales y opte directamente por ofrecer cupones de de descuento dirigidos directamente a esa aplicación que monitoriza el tráfico del lavavajillas.
"La edad comercial que interrumpe llegará a su fin para los consumidores”, opina el experto en marketing digital Stuart Leung. “En su lugar, habrá un nuevo mundo en el que la publicidad debe ser beneficiosa y completamente relevante, en el que no hay promesas de un anuncio que no se alinee perfectamente con sus intereses, sus comportamientos y sus compras anteriores".
Los 'wearables' también pueden ser otro campo de experimentación para el marketing y la publicidad. Sin ir más lejos, la empresa de marketing móvil TapSense ya ha anunciado la creación de una plataforma que permitiría a los anunciantes mostrar sus productos en las pequeñas pantallas de los Apple Watch, los relojes inteligentes de la firma de la manzana mordida que saldrán a la venta el 24 de abril, e incluso ofrecería la posibilidad de compra desde el dispositivo.
Pero las prisas no son buenas y finalmente la empresa ha tenido que echarse atrás y aclarar que sin el beneplácito de Apple las adquisiciones virtuales no podrán integrarse con su plataforma Apple Pay. ¿Nos llegarán anuncios personalizados incluso al reloj o la pulsera que llevamos en la muñeca? "Obviamente, los anunciantes están ahora mismo experimentando" ha explicado Bryan Yeagar, analista de E. Marketer Inc. "Si continuamos viendo un crecimiento positivo y una trayectoria ascendente, creo que la publicidad la seguirá".
Google (cómo no) también se ha percatado el filón de los 'wearables' y ha patentado un sistema de seguimiento ocular para medir las respuesta emocional de nuestros ojos a la publicidad. Aunque la compañía ha señalado que por el momento no tiene la intención de diseñar aparatos electrónicos basados en esta patente, el invento deja rienda suelta a la imaginación.
¿Se integrará este sistema de reconocimiento visual en algún momento con las Google Glass? ¿Crearán los publicistas anuncios basándose en el lugar al que miramos? ¿Se ha inspirado Google precisamente en 'Minority Report'? Aunque todavía queda tiempo para analizar la evolución de la publicidad, parece claro que su futuro se parecerá cada vez más al que planteaban las películas futuristas.
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