El 7 de junio de 2011, fue la última vez que steve jobs apareció en público, y no lo hizo para mostrar un nuevo modelo de iphone o ipad. El fundador de apple se presentó ante una audiencia poco habitual –los concejales del ayuntamiento de cupertino– para enseñarles su última creación: la nueva sede de la compañía, un gigante de cristal que recuperaría el solar que dejó la división de ordenadores de hewlett packard
“Vamos a construir una sede impresionante, un edificio con forma de nave espacial aterrizando con capacidad para 12.000 trabajadores. Va a ser el mejor edificio de oficinas del mundo”, afirmó orgulloso jobs durante su exposición, en la que presentó una construcción circular de 260.000 metros cuadrados compuesta por casi seis kilómetros de cristal fabricado en Alemania y coronado por 700.000 metros cuadrados de paneles solares
Jobs presentó el proyecto como un regalo para la comunidad que le había visto crecer desde un díscolo niño amante de la informática hasta convertirse en el mayor genio tecnológico del último cuarto de siglo. Sin embargo, nunca lo pudo ver construido: el fundador de apple falleció solo tres meses después de aquella tarde, cuando la nueva sede de la compañía era poco más que un boceto plasmado en una presentación de power point
Desde entonces, muchas cosas han cambiado en el proyecto, y no todas para bien. A pesar de que han pasado más de dos años de la presentación oficial del proyecto, aún no se ha colocado la primera piedra del conocido como ‘campus 2’. Apenas se acaban de iniciar las tareas de demolición de los 26 edificios sobre los que se levantará la ‘nave espacial’ de jobs, lo que habría obligado a retrasar la fecha prevista de finalización un año, hasta 2016
De momento habrá que conformarse con la primera maqueta de la sede que apple ha preparado de cara a la presentación final del proyecto ante el ayuntamiento de cupertino, que se celebrará en dos fases: una sesión preliminar mañAna, 15 de octubre, y una votación definitiva el 19 de noviembre
Convencer a los vecinos
Las dificultades para construir el gigante este gigante de cristal de cuatro plantas han provocado que el presupuesto se haya disparado hasta los 5.000 millones de dólares, 2.000 millones más de lo inicialmente presupuestado por foster & partners, la firma encargada del diseño. Pero ese no es el mayor problema de una compañía que nada en más de 147.000 millones de dólares
Pese a los problemas con el diseño, los notables incrementos del presupuesto inicial y los retrasos en el inicio de las obras, la nueva sede de apple tiene en los vecinos de cupertino a su escollo más duro de superar
Los habitantes de la pequeña localidad californiana están preocupados por una burbuja inmobiliaria que ha disparado el precio de los alquileres de viviendas y oficinas un 40% en el último año. Además, temen los descomunales atascos que podría desencadenar la construcción del edificio
Más árboles… y dinero
Sin embargo, apple tiene en la manga algunos argumentos capaces de convencer a las autoridades y los ciudadanos de cupertino. El primero es ecológico: el proyecto del ‘campus 2’ recuperará cerca de 70 hectáreas de terreno asfaltado –hasta ahora un enorme parking– y las convertirá en un bosque con más de 6.000 árboles
Además, también hay una importante razón económica que impulsará a los regidores locales al sí definitivo a la ‘nave espacial’ de jobs. La nueva sede creará cerca de 40.000 puestos de trabajo en la zona de manera directa e indirecta.
Esta circunstancia supondrá unos ingresos extra de 2.700 millones de dólares para los negocios de cupertino y casi 3.800 millones para las arcas locales en concepto de impuestos, según las previsiones de apple
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