Ni Amazon, ni Walmart o Target son los verdaderos culpables de la quiebra de Toys “R” Us. Desde 2005 un consorcio de firmas prestigiosas de private equity (Kohlberg Kravis Roberts, Bain Capital and Vornado Realty Trust) es el dueño de esta cadena de juguetería, a la que endeudó hasta siete veces su ebitda (el beneficio antes de intereses, impuestos, depreciaciones y amortizaciones).
En 2005 este consorcio de fondos de inversión lanzó una OPA sobre Toys “R” Us. Pagaron 6.600 millones de dólares, lo que supuso una prima del 63% sobre el precio de la acción en ese momento y el precio pagado fue de 9,4 veces el ebitda. Sacaron a la compañía de la cotización en bolsa.
Era una compañía fácil de endeudar por pertenecer al sector retail con un fondo de maniobra negativo y alto poder generador de caja. Además de poseer activos inmobiliarios en propiedad. Es decir, es una empresa fácil de apalancar y recuperar rápidamente lo invertido a base de endeudarla y vender los inmuebles.
En 2016 tuvo un ebitda de casi 800 millones de euros, frente a los 660 millones de 2005. Sin embargo, la diferencia es que actualmente la empresa está endeudada en casi 7 veces su ebitda. Los dueños en 2010 intentaron sacarla a bolsa de nuevo, pero sin éxito. Finalmente se han acogido a la suspensión de pagos para renegociar la deuda con los acreedores.
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