
Ferrado Inmuebles, la compañía que agrupa todas las inversiones en propiedades inmobiliarias de Sandra Ortega, la hija del empresario Amancio Ortega, ha sufrido de lleno el impacto de la crisis del coronavirus y en 2020 ha registrado unas pérdidas de 128 millones de euros, según las cuentas remitidas al Registro Mercantil. Los retrasos en los proyectos, la renegociación de arrendamientos o los periodos de carencia concedidos han multiplicado por 30 sus números rojos, aunque la compañía no peligra por el respaldo de una de las mujeres más ricas de España.
La sociedad informó de unos ingresos de 54,4 millones de euros por la venta de dos activos inmobiliarios en Alemania, que generaron una plusvalía de 35,9 millones según las cuentas remitidas. Además, la compañía adquirió un nuevo edificio en Londres, que se suma a los anteriormente comprados en 2019 en Alemania y Austria.
Pese a este varapalo en las cuentas, Ferrado Inmuebles cuenta con el apoyo financiero y patrimonial de Sandra Ortega, con una fortuna aproximada de 6.320 millones de euros, según la revista Forbes.
El holding Rosp Corunna, donde se integra Ferrado, y creado por Rosalía Mera, madre de Sandra y primera esposa de Amancio Ortega, es propietario de ubicaciones en Nueva York, Miami Beach, Múnich, Colonia, Zaragoza, Vigo, Barcelona o Madrid.
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