Iberdrola ha puesto el cartel de “se vende” a su sede en Madrid, situada en el campo de las naciones, por más de 100 millones de euros. La eléctrica no pretende abandonar el edificio, sino que su idea es quedarse de alquiler en él, un proceso ya realizado por otras firmas y conocido como sale & lease back (vender el inmueble, pero quedarse pagando un alquiler pactado)
El edificio situado al norte de Madrid no pertenece en su totalidad a la compañía puesto que actualmente está en régimen de leasing, es decir, una entidad concedió la cesión en arrendamiento financiero del inmueble a la eléctrica un tiempo. Por su parte, Iberdrola paga unas cuotas durante ese plazo y cuando se termine el periodo tiene la posibilidad de ejecutar una opción de compra o devolver el edificio a la entidad
Esta fórmula se usa para financiar inversiones inmobiliarias sin necesidad de compra, con un plazo que suele rondar los diez años. Así, la compra no afecta al presupuesto al contabilizarse como gasto y las cuotas son deducibles en el impuesto de sociedades
Todas estas ventas entran dentro del plan de desinversiones de activos no estratégicos de Iberdrola que contemplaba su plan estratégico 2008-2010
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