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En Whittier, un pueblo de Alaska, los vecinos viven en una situación muy peculiar. El municipio, situado entre las montañas y el mar, cuenta con sólo 218 habitantes que viven en un único edificio. En la parte de arriba del inmueble se encuentran las viviendas, mientras que en la parte de abajo está la comisaría.  

En la parte de arriba están las viviendas y en la parte de abajo está todo lo que necesita un pueblo para funcionar: la comisaría, la oficina de correos, un videoclub, las oficinas municipales, la casa del alcalde, un pequeño hospital y el colegio. 

Fuera del gigante edificio hay un restaurante, un  bar y una posada para los visitantes. Y es que este minúsculo pueblo, que tomó forma en 1956 tras la II Guerra Mundial, es un lugar de culto para los amantes de los cruceros. Durante el verano el pueblo pasa de contar con 218 habitantes, a contar con 700.000 cruceristas que llegan en barco a esta perla turística, anclada en el estrecho Prince William Sound. 

 

 

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2 Comentarios:

JAL
10 Febrero 2015, 13:27

No me gusta me parece horroroso meter ese edificio en ese entorno

PABLO
16 Febrero 2015, 9:49

Nunca ser un presidente de la comunidad tuvo tanta importancia!!

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