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Artículo escrito por Rod Paris, CIO de Aberdeen Standard Investments

¿Qué ocurre cuando desaparece el “número más importante” del mundo? Este es el escenario al que se enfrentará la industria financiera en los próximos años cuando el tipo interbancario de Londres (LIBOR) desaparezca.

El ecosistema de tipos de interés Libor ha sido un pilar de la industria financiera desde 1960. Esencialmente, el Libor es el tipo que los principales bancos del mundo estiman que deberían cobrar por prestar dinero a otros bancos. En estos momentos, este tipo interbancario se ha convertido en un índice para transacciones globales valoradas en cientos de billones de dólares.

Pero hay problemas con el Libor. Desde la crisis financiera global no se producen tantas operaciones en el mercado interbancario como se llevaban a cabo antes. Por eso las estimaciones Libor están basadas más en apreciaciones que en transacciones reales. Como resultado de lo anterior, y como han mostrado los diferentes escándalos que se han producido, los tipos interbancarios que se utilizaban quedaron abiertos a la manipulación por algunos traders sin escrúpulos. Algunos de ellos ya han sido encarcelados y varios bancos han recibido cuantiosas multas por este motivo. Como consecuencia, el Libor ya no se considera apto para su propósito. 

Los bancos se han mostrado cada vez más reacios a publicar su documentación Libor debido a los riesgos de conducta que podrían ir asociados. La Autoridad de Conducta Financiera del Reino Unido ha anunciado que a partir de finales de 2021 no se exigirá a los bancos que realicen estas publicaciones. Por lo tanto, nos encontraremos en un entorno completamente diferente en el que algunos tipos Libor no estarán suficientemente corroborados.

Los índices Libor serán reemplazados por una nueva gama de tipos libres de riesgo (RFRs en su abreviatura en inglés), dependiendo de cada mercado. 

En Reino Unido el nuevo índice será Sonia, (Sterling Overnight Index Average). Se trata de un RFR que existe desde hace 20 años, pero que ha sido administrado por el Banco de Inglaterra (BoE) desde abril de 2016. El BoE implementó una versión reformada en abril de 2018. Como Sonia está basada en transacciones reales y no en estimaciones, es mucho más fiable. En Estados Unidos, la Reserva Federal publica el Secured Overnight Financing Rate (Sofr) que también puede ser considerado un punto de referencia sólido. En la eurozona la imagen es menos clara, una posibilidad es que sea Ester, el Euro Short-Term Rate, el que reemplace los tipos interbancarios. Mientras tanto, otros RFR podrían añadirse a esta sopa de acrónimos.

Hasta ahora parece una transición sencilla. Pero el proceso real de cambio del ecosistema Libor a uno nuevo conlleva desafíos considerables. No se trata simplemente de utilizar tipos libres de riesgo para los nuevos contratos. Si bien se ha producido un crecimiento significativo en el número de transacciones comparadas con Soniay Sofr, los contratos existentes aún plantean problemas. Dada la gran cantidad de operaciones que dependen del Libor, y que siguen creciendo diariamente, casi todas las instituciones financieras del planeta tienen mucho trabajo por delante.

Las cláusulas de respaldo son cruciales. Muchos contratos contienen disposiciones en el caso de que el Libor no esté disponible. Pero esto se contemplaba como un escenario temporal, y como un cese permanente. Por eso las consecuencias que se deriven de confiar en este tipo de cláusulas podrían ser indeseables, y existe la posibilidad de que se produzcan transferencias de valor entre las partes involucradas inintencionadamente. Hay un riesgo de inestabilidad en el sistema financiero si un gran número de operaciones se indexan de repente a un tipo diferente. En consecuencia, la Asociación Internacional de Swaps y Derivados está revisando las opciones para las cláusulas de respaldo más adecuadas.

Con todo esto sobre la mesa, 2019 será un año importante. Todas las instituciones financieras deben asegurarse de que su preparación para el final del Libor está en marcha. No se trata de una labor que pueda ser subestimada. Nosotros vamos avanzados en este proceso.

¿Qué es lo que haremos en 2019? Hemos estado participando de forma efectiva en las consultas oficiales sobre el tema. También tenemos representantes trabajando en grupos a todos los niveles de la industria, colaborando con el BoE, la Asociación de Inversión y otras instituciones de la industria.

En estos próximos meses monitorizaremos los avances del mercado para asegurarnos de que tanto nuestro equipo como nuestros clientes están totalmente preparados. Como parte de este proceso, ya estamos realizando una evaluación exhaustiva del impacto en la industria, una de las claves de 2019. En el caso de contratos que vencen más allá de 2021, haremos provisiones para las transiciones que supongan aunque sea una perturbación mínima de los activos bajo gestión. Mientras tanto seguiremos desarrollando nuestras capacidades para adaptarnos al nuevo entorno de RFR de tal forma que podamos continuar cumpliendo con los requisitos de nuestros clientes sin que haya disrupciones.

Hay pocas dudas de que la transición a los RFR es necesaria para la salud de la industria financiera a largo plazo. Los RFR deberían demostrar que son fiables, y amenazar el ecosistema Libor. Sin embargo, su adopción es una de las mayores disrupciones a las que los mercados se han enfrentado en mucho tiempo. Por lo tanto, aprovecharemos 2019 para garantizar que nuestros clientes experimenten una transición sin contratiempos a la vida después de Libor. No cabe duda de que todos los que estamos involucrados en la industria financiera nos veremos obligados a adaptarnos a este nuevo entorno en los próximos años.

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