Las áreas de descanso que se encuentran anexas a las autovías y autopistas son, con mucha probabilidad, algunos de los espacios menos bonitos y hospitalarios del mundo, a pesar de que su principal función es recibir a los conductores y sus acompañantes para facilitarles el descanso. Un hecho que se puede corroborar a simple vista, viendo cualquier imagen por internet o accediendo a alguna de ellas para descansar durante un largo viaje en coche.
Esta falta de diseño es una constante que se repite en la mayor parte de las áreas de descanso de todo el mundo. Una realidad ante la que algunos profesionales del diseño, la arquitectura y el urbanismo han poner fin y darle la vuelta a la tortilla. Por lo que han decidido ponerse a trabajar para que estos lugares tan visitados y necesarios sean cómodos y estéticos.
Un bonito ejemplo de esta voluntad de mejorar estos lugares lo encontramos en Noruega, pero no solo por la belleza que se le ha conseguido imprimir, sino también por su simbolismo histórico. Un área de descanso que ha recibido el nombre de Ureddplassen (Área de descanso de Ured) ha sido remodelada en su totalidad por el estudio de arquitectura con base en Oslo, Haugen/Zohar Arkitekter (HZA), y el resultado no puede ser más sorprendente. Algo a lo que contribuye el fenomenal paisaje en el que se enclava.
Ureddplasen está situada a lo largo de una sección de la ruta más bonita y pintoresca del país escandinavo. Uno de sus atractivos principales es que ofrece unas vistas impresionantes de los fiordos y el mar abierto, por lo que es un lugar popular para que los visitantes y los vecinos de la zona vayan a disfrutar viendo las estrellas del norte en invierno y el sol de medianoche en verano.
Este conjunto forma parte de un proyecto llamado Norwegian Scenic Route Helgelandskysten, que tiene como objetivo mejorar las carreteras panorámicas de Noruega con una arquitectura innovadora. Desde que se levantó, en 2018, este exótico lugar ha ganado popularidad y se ha convertido en uno de los lugares más visitados. Incluso se ofrece como uno de los principales atractivos de la zona, por lo que la afluencia de visitantes se ha vuelto masiva.
El primer elemento que llama la atención es un pequeño edificio de diseño, con forma de ola, muy moderno y de gran belleza. Una estética que no hace presagiar qué es lo que se encuentra en su interior. En realidad, se trata de un baño público, con una imagen que poco tiene que ver con la que suele caracterizar a este tipo de espacios. El pequeño edificio está hecho de vidrio esmerilado y hormigón, con un diseño minimalista, la estructura parece brillar en la oscuridad a medida que el vidrio se ilumina por la noche. Junto con el peculiar edificio, se construyó una elegante área de observación con bancos de mármol y escalones de anfiteatro que conducen al agua a lo largo del borde de la carretera.
Además, el conjunto arquitectónico tiene un fuerte componente emocional, ya que recibe su nombre del monumento conmemorativo de la Segunda Guerra Mundial ubicado que recuerda un heroico acontecido durante la II Guerra Mundial. Durante el desarrollo de aquel trágico conflicto, el submarino noruego Uredd (que significa intrépido) se hundió en la octava misión que realizaba mientras navegaba en un campo de minas alemán. El triste resultado de ese hundimiento fue que los cuarenta y dos ocupantes que se encontraban en su interior perdieron la vida. Mucho después de la guerra, los restos se encontraron en las aguas al sur de la ciudad de Bodø.
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