Uno de los puntos de la arquitectura orgánica es tratar de reflejar la fluidez de la naturaleza e integrarla con su entorno. Para ello, emplea el uso de formas redondeadas, sinuosas e incluso serpenteantes, con lo que, además, se maximiza el acceso a la luz natural y las vistas al exterior, así como una mejor interacción entre los espacios públicos, comunitarios y privados. En esta situación se encuentra el edificio Meander, en la capital finlandesa de Helsinki.
No solo viviendas
El estudio de arquitectura Steven Holl Architects, en colaboración con el equipo local ARK-house Arkkitehdit, ha completado en Helsinki un innovador proyecto residencial llamado Meander. Este proyecto, que abarca 7.500 m2 y cuenta con 115 apartamentos, se caracteriza por su forma serpenteante, cuyo diseño fue elaborado específicamente para rodear los jardines exteriores y maximizar las vistas y la luz natural en cada vivienda. La sinuosidad del edificio evoca la imagen de un río, lo que inspiró su nombre.
El proyecto no sólo incluye apartamentos, sino que se trata de un complejo con una serie de servicios complementarios como una bodega, un spa, una pequeña sala de cine con 12 butacas, un estudio de yoga, espacios comunes para eventos y zonas de trabajo. Estas instalaciones están pensadas para proporcionar a los residentes una calidad de vida excepcional, creando un entorno en el que se puede vivir, trabajar y disfrutar sin necesidad de salir del recinto.
La construcción de Meander ha sido un proyecto a largo plazo. Su desarrolló comenzó en 2006, después de ganar un concurso internacional para su diseño. Durante todo ese tiempo, la visión de crear un edificio que integrara la naturaleza y el entorno urbano ha permanecido constante. Su diseño curvilíneo abraza las zonas ajardinadas de forma que los residentes pueden disfrutar del sol durante todo el día, ya que las áreas exteriores han sido colocadas estratégicamente para optimizar la luz solar.
Los apartamentos están distribuidos en ocho plantas, a las que se accede desde tres vestíbulos diferentes. En su punto más alto, el edificio alcanza los 28,5 metros, lo que permite que las vistas desde las plantas superiores sean espectaculares. Los apartamentos varían en tamaño, desde los 22,5 m2 que tienen los más pequeños hasta los 218,5 m2 que alcanzan los más amplios, ofreciendo una amplia variedad de opciones para diferentes estilos de vida.
Sostenibilidad y diseños únicos
El enfoque de Meander no solo se limita al diseño visual y funcional, sino también a la sostenibilidad, gracias a la integración de un sistema de calefacción geotérmica, paneles solares y una avanzada automatización inteligente del edificio, la huella de carbono operativa de este proyecto es aproximadamente la mitad de la de un edificio de apartamentos convencional de tamaño similar.
Además, el edificio está diseñado para tener una larga vida útil. Según el estudio, su estructura tiene una durabilidad de al menos 100 años antes de necesitar renovaciones importantes, lo que asegura una inversión a largo plazo tanto para los propietarios como para la ciudad de Helsinki. Este enfoque en la durabilidad también refleja la visión de Steven Holl de crear estructuras que no solo respondan a las necesidades actuales, sino que también estén preparadas para el futuro.
El edificio cuenta también con otros detalles que refuerzan su funcionalidad y comodidad. Por ejemplo, los residentes tienen acceso a un Tesla compartido y bicicletas Pelago, además de una zona de mantenimiento de bicicletas y un espacio de almacenamiento para las entregas de comida. Estos servicios adicionales reflejan el compromiso del proyecto con la sostenibilidad y la vida comunitaria. Como toque final, el estudio ha dejado su sello personal en el diseño con una serie de detalles personalizados que añaden carácter al edificio, como un bebedero para perros, tiradores de puertas diseñados especialmente y accesorios de iluminación únicos.
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