
En el corazón de Mazcuerras, Cantabria, se esconde una joya con alma propia: la antigua casa de la escritora Concha Espina, una figura clave de la literatura española del siglo XX. Esta casona de finales del XIX no es solo un refugio entre árboles y piedra; es también un pedazo vivo de historia literaria.

Conocida como La casa de Luzmela, en honor al nombre ficticio con el que Espina bautizó al pueblo en sus novelas, la vivienda rezuma autenticidad por cada rincón. Un jardín silencioso, chimeneas encendidas y estancias llenas de luz nos hablan de otro tiempo, de inspiración, de palabras escritas junto a una ventana abierta al paisaje cántabro.

La vivienda cuenta con cerca de 300 m2 distribuidos en tres plantas, y conserva elementos originales como suelos pulidos, carpintería de época y puertas macizas. La biblioteca y el despacho, ubicados en la primera planta, parecen pedir a gritos volver a llenarse de libros y manuscritos. En el exterior, un jardín de más de 840 m2 abraza la casa como un escenario natural que ha sido testigo de la vida cotidiana y creativa de su ilustre moradora.

Pasear por esta casa es recorrer un legado. Cada habitación guarda un eco, un susurro literario, una escena que pudo haber sido escrita aquí. Concha Espina no solo vivió en esta casa: la transformó en universo literario, en símbolo de una tierra y una época. Hoy, quienes atraviesen su umbral no entran solo en una vivienda, sino en una obra viva, donde historia, literatura y paisaje se funden en armonía.








Sigue toda la información inmobiliaria y los informes más novedosos en nuestra newsletter diaria y semanal. También puedes seguir el mercado inmobiliario de lujo con nuestro boletín mensual de lujo.
Para poder comentar debes Acceder con tu cuenta