La ciudad de Trujillo (Cáceres) conserva auténticas joyas arquitectónicas y una de ellas es este palacio del siglo XVI, obra de prestigioso arquitecto y cantero trujillano Francisco Becerra, que fusionó para su construcción técnicas del gótico y el renacimiento. El edificio sigue a la venta en idealista por 2,1 millones de euros, tras una leve rebaja de 400.000 euros de su precio inicial.
El Palacio de Chaves combina historia, lujo, confort y arte a escasos 300 metros de la Plaza Mayor de Trujillo. Ha sido totalmente rehabilitado y destaca por ser uno de los pocos en el mundo que cuenta con balcones en esquina, además del escudo heráldico.
Los escudos y balcones esquineros son típicos de los edificios históricos de las villas de Cáceres y Trujillo, donde Becerra desarrolló su carrea inicial junto a su padre. Para soportar la carga de la esquina de toda la manzana en dos vanos, Becerra usó la técnica de arcos ojivales del gótico. El arco fue enmarcado con una moldura, bajo el frontón clásico renacentista que enmarca los escudos.
En Trujillo se pueden encontrar varios ejemplos de estos balcones en esquina en el Palacio de San Carlos o en el Palacio de Sofraga. Becerra, como muchos otros arquitectos del siglo XVI, dio el salto de España a América (a las Indias). En México levantó el convento de Santo Domingo y la catedral de Pueblo, antes de viajar a Perú, donde se le otorga su participación en las catedrales de Lima y Cuzco, y a donde trasladó esta particular técnica.
El palacio de Chaves en Trujillo destaca por la elegancia de sus interiores, donde encontramos un amplio y precioso zaguán, además de salas con techos abovedados y una biblioteca. El salón principal con una gran chimenea es donde se encuentra el balcón de esquina. Además, dispone de 7 dormitorios, cada uno con baño completo en suite y 1.000 m2 de superficie.
Este anuncio de la agencia inmobiliaria The Singular Space ofrece este palacio tanto como gran vivienda o como hotel con encanto. Además, destaca por contar con una bonita piscina, jardines y porche exterior.
El palacio de las monedas de 50 pesetas
Otra de las singularidades de este palacio y de los famosos balcones esquineros es su aparición en una moneda conmemorativa de las antiguas pesetas. En 1993, se acuñó una moneda de 50 pesetas en homenaje a Extremadura, y junto al Puente Romano de Alcántara aparecía este balcón en esquina en su reverso. De hecho, se llegaron a tirar más de 24,3 millones de monedas de esta tirada.
Estas pesetas conmemorativas son muy apreciadas por los coleccionistas y muchas de ellas se venden, incluso en la plataforma Wallapop. Su precio oscila entre los 1,72 euros y los 3,53 euros, dependiendo del estado de conservación.
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