Entre enero y abril se ha sellado la venta de más de 47.500 viviendas unifamiliares en toda España, la cifra más alta de un primer cuatrimestre desde 2007, coincidiendo con el pico del anterior ciclo alcista y antes del estallido de la burbuja inmobiliaria. Según los notarios, se han vendido casi un 80% más que el promedio de la última década y casi lo mismo que en todo 2013. Los expertos achacan la subida a las nuevas necesidades de espacio interior y exterior que tienen las familias tras el confinamiento, aunque recomiendan valorar el cambio que supone vivir en una casa más grande y, en muchos casos, más alejada del centro de la ciudad.