La riqueza financiera neta de las familias españolas e instituciones sin fines de lucro al servicio de los hogares (ISFLSH) se situó en 2 billones de euros en el primer trimestre, lo que supone un aumento del 2,9% en tasa interanual, según las cuentas financieras publicadas por el Banco de España, que reflejan una moderación de la deuda de los hogares hasta el 51,1% del PIB, frente al 56,8% de marzo de 2022. La cifra de los activos financieros netos de las familias a cierre del primer trimestre equivale al 147% del PIB.
Las familias han visto mermado su capital durante estos años de crisis. De los 7,2 billones de euros de los que disponían en 2007 actualmente se encuentra en 5,4 billones de euros. El ajuste se ha frenado con el repunte de los precios de la vivienda en el último año tras perder de media un 40% de su valor. Pese a que los inmuebles representan el 78% de la riqueza familiar, aumenta el peso de los productos financieros.
La riqueza inmobiliaria de los hogares españoles se situó en los 4,33 billones de euros el año pasado, un nivel similar al registrado en 2005. De este modo, el poder económico de las familias en forma de ladrillo ha caído un 25,2% desde el nivel máximo alcanzado en 2008 (5,79 billones de euros)
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