
Que los treinta son los nuevos veinte lo saben hasta los bancos, que amplían las tarjetas para esta franja poblacional y se beneficien de las ventajas y desventajas de ser unos chavales aunque se empiece a pintar canas. No solo te hará adulto una carrera y un trabajo que te dignifique y te permita llegar a fin de mes, una de las arduas tareas para los jóvenes es lograr emanciparse y ser una persona autónoma con vivienda propia (o de alquiler).
Según los datos del Eurostat, un 37,2% de los jóvenes españoles viven aún con sus padres. Eso es, personas de entre 25 (edad que se calcula haber finalizado los estudios superiores) y los 34 años. España se sitúa, así, en el onceavo lugar del ranking dentro de la Unión Europea. Pero no son los peores números dentro de la UE: Eslovaquia (56,6%), Bulgaria (52,8%) y Grecia (51,6) nos superan.
Los jóvenes europeos más independientes, por su parte, se encuentran en los países escandinavos: en Dinamarca, con un 1,8%, Suecia (4,1%) y Noruega (4,2%). Para España, si se reduce la horquilla hasta los 30 años, los datos empeoran sustancialmente: el 78,5% de los jóvenes de esa franja no se emancipan. Y, además, un 21% de los jóvenes españoles de entre 15 y 29 años no trabaja, una de las tasas más altas de la UE, lo que supone un coste de 15.700 millones de euros, según la Comisión Europea. Estos datos corresponden al primer trimestre de 2015.
1 Comentarios:
Con salarios de 700€ x mes ( si eres afortunado ) es imposible !
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