Con los precios de los carburantes por las nubes proliferan las ofertas a precios de chollo, de las que conviene desconfiar
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Gasolina adulterada o ilegal: cómo evitar engaños al llenar el depósito
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Lucía Martín (Colaborador de idealista news)

Llega la vuelta al cole, atrás quedan las vacaciones. Vuelta a la rutina, el teletrabajo, la oficina… El entorno cambia, pero los precios de los combustibles,permanecen… La operación retorno tras las vacaciones llega y los carburantes dan poca tregua: solo la gasolina sin plomo 95 mantiene su bajada de precios, aunque leve.

El gasóleo A+ vuelve a superar los dos euros por litro, por ejemplo. La gasolina y el diésel están más caros con respecto a hace un año (ha habido momentos de incrementos de casi un 50%). El precio medio del litro de gasolina se encuentra en 1,80 euros y el diésel se sitúa en 1,89 euros sin aplicar el descuento de 20 céntimos por litro que estableció el Gobierno el pasado abril y que termina (de momento) a finales de año.

La subida de los precios del carburante ha provocado que los españoles, como es lógico, busquen un punto de venta donde el repostaje sea algo más barato, lo que ha hecho que las estaciones de servicio ‘low cost’ se vuelvan muy populares entre los ciudadanos. Lógico: todo sea por ahorrar unos euros para encarar un otoño que todas las perspectivas auguran turbulento. Ojo, que quede claro que las estaciones 'low cost' son totalmente legales: la Ley de Hidrocarburos de 2013 abrió el negocio de la comercialización de combustibles (entonces en manos de las petroleras y las grandes cadenas de distribución) al público en general.

Pero en ese afán de ahorrar puede que estemos utilizando un combustible adulterado y poniendo en peligro a nuestro vehículo. O puede que estemos utilizando sin saberlo una gasolina ilegal, que no haya pagado impuestos.

Si hablamos de adulterada nos referimos a carburantes que han sido mezclados con alquitrán, agua, aceite u otros productos.

“Hay que tener en cuenta que muchas veces este combustible no supervisado provoca una mayor contaminación y además daña el motor del vehículo”, declara Fabián Torres, Director de Desarrollo de Negocio de SICPA España. Si pones gasolina o gasóleo mezclado con alquitrán, puede destrozarte el motor, las turbinas, las correas… Lo normal es que sean carburantes menos refinados que la gasolina normal, lo que a la larga te llena de hollín filtros, bujías. O sea, a la larga ese descuento en el precio tan atractivo te saldrá bien caro, no lo dudes.

Por gasolina ilegal nos referimos a carburante obtenido del “pinchazo” de un oleoducto, traído en lanchas/camiones ilegales o que directamente no ha pagado impuestos. En los últimos años, las autoridades españolas han llevado a cabo varias operaciones contra el fraude en el sector de los hidrocarburos, cuyo impacto económico en las arcas públicas se estima en más de 500 millones de euros.

Los expertos de SICPA comentan que existen múltiples estafas y conductas fraudulentas. “En la zona de la costa es muy común encontrar este tipo de robos con el ‘bunkering’ (relleno ilegal de depósitos en alta mar con lanchas). Se pinchan oleoductos de transporte para hacerse con el combustible y luego el fuel sustraído deriva en contrabando de gasolina”, explica Torres.

Otro fraude extendido es el uso de combustibles que han pasado por todos los cauces legales, pero de los que se hace un uso indebido. El ejemplo más claro es la utilización del gasóleo agrícola (que es más barato porque está subvencionado por el Gobierno para abaratar los costes de producción de agricultores y ganaderos) por el gasóleo convencional.

En cualquier sitio

¿Dónde pueden colarte una gasolina ilegal o una adulterada? Pues en realidad puede suceder en cualquier sitio: te la puede “colar” tanto un particular (esto suele pasar más en empresas de transportes, ganadería… sectores en los que el uso de gasolina es en grandes cantidades), como una gasolinera particular (la típica “gasolinera Pepe” de los pueblos), como en gasolineras 'low' o no 'low cost' de grandes compañías.

Para acabar con estos fraudes, SICPA ha fabricado un laboratorio portátil en el que se realiza el estudio de la muestra de gasóleo sobre el terreno para ver si tiene una trazabilidad correcta. “Para evitar fraudes, contamos con unas moléculas que se denominan ‘marcadores’ que se colocan en proporciones de partes por millón en los oleoductos o en los camiones cisterna o en los jumbo-tanks para detectar el tipo de combustible que se transporta y la calidad de este”, declara Torres.

Los marcadores son invisibles, inoloros e imposibles de sustituir. Además, están adaptados a todos los tipos de hidrocarburos y no perjudican al motor ni al medio ambiente. SICPA analiza las muestras de combustible desde laboratorios portátiles que se transportan cómodamente en un vehículo y gracias a los cuales se pueden obtener los resultados en apenas dos minutos. Gracias a este proceso se puede detectar si el combustible que están vendiendo es gasóleo, alquitrán, otra sustancia más sofisticada o gasolina 100%.

 

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