A la hora de gestionar un equipo de trabajo, un jefe tiene que buscar la equidad entre conseguir la máxima productividad de sus empleados y evitar un exceso de trabajo que agote física y psicológicamente al trabajo. Aquí van varios signos para descubrir si un trabajador está 'quemado':
Cambios de actitud de los empleados. El estrés puede cambiar el humor de un trabajador. Aquel que llegaba con una actitud positiva y feliz y que ahora muestra una actitud negativa y está malhumorado está saturado. Una opción puede ser ofrecer flexibilidad en las horas de trabajo para mejorar la calidad y reducir el estrés de los empleados.
Empleados que evitan al jefe. Los trabajadores que se sienten con muchas tareas encima empiezan a evitar al gestor para escaparse de que le carguen con más trabajo adicional. La mayoría prefieren eludir el conflicto y comentárselo a su jefe porque no quieren demostrar que no pueden asumir más trabajo. Es mejor organizar el trabajo por objetivos y metas.
Trabajadores con horas extra de trabajo a la semana. La mayoría de empresas trabajan más de 40 horas semanales, a menudo, más de 50 horas. Según un estudio de la Universidad de Stanford, la mejor productividad de los empleados alcanza como máximo las 49 horas semanales. A partir de las 50 horas, comienza a ser un signo de exceso de trabajo y baja productividad. Empleados bien descansados serán empleados más felices y más productivos.
Aumento de absentismo laboral. Las largas horas de trabajo pueden causar problemas de salud que conllevan bajas por enfermedad. El cansancio y el estrés pasan factura a los empleados y, a posteriori, a la empresa. No saber desconectar del trabajo puede llegar a ser contraproducente para todos. Aquí toca predicar con el ejemplo: todo el mundo necesita tiempo para relajarse y recargar las pilas.
Baja el compromiso de los empleados. Si en la empresa hay establecidos criterios de puntuación hacia los trabajadores, hay que analizar las puntuaciones para confirmar el grado de compromiso y poner énfasis en aquellos con resultados pobres o que están cayendo.
Empleados que no se toman todos sus días de vacaciones. Muchos trabajadores saturados de tareas deciden no tomarse todos los días de asueto que les corresponde. Es positivo analizar por qué está sucediendo. Aquí también toca predicar con el ejemplo: el jefe debe ser el modelo a seguir cuando se trata de "desconectar" del trabajo.
Aumento de la rotación de personal. El empleado “quemado” buscará otro trabajo rápidamente. La rotación de personal en la compañía puede llegar a pensar que hay algún problema en la empresa en cuanto a las cargas de trabajo.
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