
Decenas de metros hasta que se pierden de vista unas estructuras que solo el ingenio del hombre puede concebir. Los rascacielos llevan décadas maravillando a los seres humanos. Su altura es sinónimo de prodigio y de riesgo: ¿quién se atreve a asomarse desde su azotea sin protección? Los guionistas han sabido ver estas y otras características para ambientar películas enteras o escenas que ya se han convertido en historia del celuloide. Hoy te hablamos de 10 de esas cintas, ideales tanto si eres amante del cine como de la arquitectura.
‘El rascacielos’
La primera de ellas es la más reciente. Hace unos días, se estrenó ‘El rascacielos’. Mezcla de acción y ‘thriller’, su protagonista es Dwayne Johnson, un clásico de las trepidantes películas de Hollywood. Y en esta no podía ser menos: interpreta a un veterano del Ejército estadounidense que ahora trabaja como evaluador de la seguridad de este tipo de edificios. En un viaje a China, es acusado del incendio de uno de ellos y tiene que huir para proteger su nombre y, a la vez, salvar a su familia, que se encuentra todavía en su interior. Más de 100 minutos de adrenalina que te mantendrán en tu asiento.
La torre no existe en la vida real, pero el director de la película, Rawson Marshall Thurber, quería que se respirara esa estructura. Por ello contaron con el arquitecto Adrian Smith, que los asesoró en la tarea. Responsable del Burj Khalifa, del que hablaremos después, Smith ha explicado que un rascacielos de ficción en teoría “no tiene límites y puede diseñarse usando sistemas y materiales que no existen en la actualidad”. Sin embargo, los productores querían uno que pareciera real. De ahí que el acero y el cristal fueran los materiales estrella de un edificio de unos supuestos 600 metros.
‘El coloso en llamas’

‘El rascacielos’ es la película más reciente ambientada en un edificio de gran altitud, pero si hablamos de cine y rascacielos no podemos olvidar ‘El coloso en llamas’ (1974), un clásico del cine de catástrofes. Protagonizada por estrellas como Steve McQueen, Paul Newman o Faye Dunaway, se ambienta en un ficticio Glass Tower, el rascacielos más alto del mundo (138 plantas) y situado en San Francisco. Hay una fiesta de inauguración y todo es felicidad hasta que un cortocircuito provoca un incendio. ¿Qué pasará? Para la película se construyeron numerosas maquetas y decorados que ardieron de forma real. Como puedes ver en el tráiler, la emoción no acaba nunca.
‘Los vengadores’
Pero quizá el rascacielos de ficción más famoso en la actualidad sea la torre principal del complejo Stark, que podemos ver en ‘Los vengadores’ (2012). La Torre Stark tiene 93 pisos y un reactor que la hace funcionar de manera autónoma durante muchos meses. Esa torre principal congrega a los diferentes superhéroes del grupo (Capitán América, Thor o el gobernador de todos, Iron Man). Tony Stark, también conocido como Iron Man, la usaba como su residencia antes de cederla.
‘El día de la bestia’

En el cine patrio también rendimos pleitesía a las alturas. Sucedió con los dos rascacielos de Puerta de Europa en ‘El día de la bestia’ (1995). Símbolo de Madrid y conocidos popularmente como torres KIO (por el fondo de inversión Kuwait Investment Office, uno de sus promotores), tienen 26 plantas y sendos helipuertos, alcanzan los 114 metros y destacan por su inclinación. De hecho, son los primeros rascacielos inclinados del mundo. En lo que respecta a la película de Álex de la Iglesia, no te podemos contar mucho, porque aparecen casi al final de la película y te estropearíamos el desenlace. Solo te podemos decir que en la cinta los puedes ver justo cuando se estaban construyendo, una imagen muy diferente a la de ahora, casi 25 años después del estreno de la película.
‘King Kong’
Y si hablamos de rascacielos míticos en el cine no podemos olvidar el Empire State Building. Símbolo de Nueva York desde que terminó su construcción, en 1931, tiene 102 plantas y 443 plantas de altura. Al acordarnos de él tenemos que hablar de ‘King Kong’ (1933). Aquel gorila, Kong, subió hasta la cúspide con Ann Darrow, interpretada por Fay Wray, atosigado por numerosos aviones que intentaban atacarlo. Como curiosidad, cuando Wray falleció, en 2004, las luces del rascacielos se apagaron por 15 minutos en señal de duelo.
‘Tú y yo’
El Empire State Building ha servido también de marco para películas románticas. Como tantos turistas que lo visitan diariamente, en 1957 los personajes de Deborah Kerr y Cary Grant decidieron encontrarse allí para iniciar una nueva vida. La película era ‘Tú y yo’, y los protagonistas decidieron encontrarse allí tras haberse enamorado en un barco que los llevaba a Estados Unidos. Pero solo uno de ellos llegará a la cita, en uno de sus miradores... Junto a este personaje, los visitantes no dejan de subir y bajar, en una de las atracciones más concurridas de la ciudad que nunca duerme.
‘Los cazafantasmas’

El poso del ‘art déco’ se dejó sentir en numerosas ciudades en las primeras décadas de la pasada centuria, de Montevideo a Miami y de París a Bombay. Rascacielos como el Empire State Building, del que ya hemos hablado, o el Chrysler, también en Nueva York, se edificaron bajo este estilo.
‘Misión: Imposible - Protocolo Fantasma’
Pero no todos los rascacielos del cine se encuentran en Estados Unidos o en España. Para visitar el edificio real que acogió una de las escenas más trepidantes de la historia del cine nos debemos ir a Dubái. Allí se encuentran el Burj Khalifa y sus 828 metros de altura en 163 plantas, que lo convierten en el edificio más alto del mundo. Por la superficie acristalada se paseó Tom Cruise, sin doble y solo con la ayuda de un cable, para ‘Misión: Imposible - Protocolo Fantasma’ (2011). Cruise, en su papel del agente Ethan Hunt, escaló, corrió y planeó por las enormes ventanas del Khalifa persiguiendo a unos maleantes. En un principio, para el rodaje solo se iban a retirar tres de ellas (una para el actor, otra para la cámara y otra para el equipo de seguridad), pero al final hubo que quitar hasta 26. Y la sensación de vértigo no la quita nadie.
‘La trampa’

‘Metrópolis’

Y terminamos con otro rascacielos de ficción, cuya altura exacta no conocemos, pero que pertenece a una de las películas míticas de la historia del cine. En ‘Metrópolis’ (1927), el déspota Fredeser mantenía en condiciones precarias a unos trabajadores que se rebelaban dentro de uno de esos edificios que a comienzos del siglo XX tanto se comenzaban a ver.
Para Fritz Lang y su equipo, esas construcciones representaban una sociedad deshumanizada y rendida a las máquinas. Era tal el reflejo con los rascacielos reales que su diseño recuerda al de los edificios ‘art déco’. De hecho, la idea de la película vino después de un viaje de Lang a Nueva York: al llegar en barco de noche, se deslumbró con la altura de los rascacielos y las calles iluminadas. También está inspirado en la Torre de Babel del artista Pieter Brueghel el Viejo.
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