Artículo escrito por el portal jubilacióndefuturo, del instituto bbva de pensiones
¿Qué pueden tener en común meter goles en el mundial con ahorrar para la jubilación? Más cosas de las que te imaginas, en ambos casos hay un experto que planifica (entrenador o asesor), existen unos objetivos particulares en función del perfil (del equipo o del ahorrador), la estrategia cambia con el tiempo (según avanza el partido/torneo o si se acerca el momento de jubilarse) y la meta es la misma, ganar (un título o dinero)
El mundial de fútbol que se celebra en brasil acapara la atención de millones de personas en todo el mundo. A la hora de jugar los partidos, es sencillo entender algunas estrategias básicas, como la necesidad de ser más agresivo cuando el marcador está a cero y quedan muchos minutos por delante, o de ser defensivos cuando se va ganando y queda poco tiempo para el pitido final. Pues bien, aunque no lo parezca, hay algunas analogías entre el fútbol y la inversión de cara al futuro que pueden ayudar a entender mejor por qué tienen sentido unas u otras estrategias dependiendo de la edad del ahorrador
En primer lugar, la idea de ganar con la que se afrontan ambas actividades. En el caso del fútbol, se trata de marcar goles para ganar el partido, totalmente imprescindibles para obtener un resultado positivo. La posesión del balón o el control del juego son importantes pero no garantizan, por sí solos, que el resultado llegue a buen puerto
En el caso del ahorro para la jubilación ocurre algo parecido: se trata de hacer crecer el capital, como mínimo, en la misma línea que la inflación va erosionando nuestro poder de compra. La meta solo será exitosa si logramos invertir los ahorros de forma que éstos crezcan en esta línea, o por encima de ella, y nos permitan mantener ese poder. De poco servirá ahorrar mucho si en el momento de la jubilación nos encontramos con que un euro ahorrado en el pasado ahora tiene mucho menos valor, debido al efecto nocivo de la inflación. La meta es hacer crecer los ahorros, al menos para no perder poder adquisitivo
Como en un partido, conforme avanza el tiempo hay que ajustar el ritmo de las inversiones para no arriesgar en los minutos finales
En segundo lugar, y al igual que todo partido de fútbol, el ahorro de futuro se afrontará mejor con una planificación previa, y si es de la mano de un profesional, mejor que mejor. En el juego, el entrenador es la figura que dirige a los equipos y dibuja las estrategias en función de las características y las necesidades de cada uno. Así, tiene en cuenta los jugadores con los que cuenta, sus habilidades, y las características del adversario y, en función de eso, planifica las estrategias que le pueden conducir al éxito. En las inversiones, es fundamental realizar una planificación a largo plazo, que puede ser dirigida por la figura del asesor financiero. Eso sería lo ideal: contar con un profesional que, analizando nuestras características, edad, perfil de riesgo y necesidades de futuro, nos ayude a realizar un plan viable de ahorro para cumplir los objetivos
En tercer lugar, es fundamental tener en cuenta las características de forma individual porque no todos tienen el mismo perfil ni las mismas necesidades ni objetivos finales. Al igual que ocurre en el fútbol, donde, dependiendo de cada partido, cada equipo tendrá unas necesidades específicas: en algunos casos valdrá con un empate para pasar a la siguiente ronda, o se necesitará ganar por uno o varios goles. También cada inversor tiene objetivos específicos: mantener el nivel de vida, mejorarlo, o completar la pensión pública en mayor o menor medida. Y por eso, en unos casos valdrá con un plan de ahorro suave pero en otros tendrá que ser más constante y decidido. De ahí la importancia de la planificación
Otra analogía está en las estrategias: tienen que adaptarse a la situación de cada equipo o ahorrador y al momento de juego en el que nos encontremos. En el caso del fútbol, supongamos que un equipo marca gol y va ganando uno a cero al principio del primer tiempo. Lo lógico, dado que queda mucho tiempo de juego y es muy probable que el contrario ataque y acabe marcando también, es seguir buscando más goles. Aunque esa actitud agresiva acabe dando lugar a un contragolpe que acabe con un gol del equipo contrario, aún quedará tiempo para arreglar la situación. Sin embargo, si ese primer gol se marca en el minuto 80 de partido, el entrenador decidirá adoptar una postura más conservadora para conservar la ventaja y el resultado a favor sin arriesgar, teniendo en cuenta que solo quedan 10 minutos de partido
En las inversiones ocurre lo mismo. Al principio del partido, es decir, en los primeros años de vida laboral, uno se puede permitir el lujo de arriesgar más, ser algo más agresivo, siempre respetando el perfil de riesgo dentro del cual se está cómodo. La idea es meter goles, obtener rentabilidades altas, maximizando el riesgo dentro del cual se encaje, porque, en caso de error, aún queda tiempo para arreglar la situación. Ser conservador en esos momentos, que equivaldría a replegarse y jugar a la defensiva con tanto tiempo por delante en el partido en el fútbol, supondría en las inversiones asignar la mayoría de las carteras a renta fija
Podríamos sentir esa tentación, pero con los tipos de interés en niveles mínimos históricos, las rentabilidades que obtendríamos serían muy bajas y por eso ésta podría no ser la mejor opción. Por eso, si el nivel de riesgo lo permite, cabría plantearse algunas opciones, como asignar parte de lo ahorrado a renta variable para crear una cartera más equilibrada y algo más rentable. Así, podríamos decir que gozaría de la capacidad ofensiva necesaria para mantenernos dentro del partido y con posibilidades de ganarlo sin miedo a un contragolpe inesperado (una fuerte crisis, una alta inflación...) que nos complicara la vida
Pero, conforme avanza el tiempo, será importante ir ajustando el ritmo de las inversiones, de forma que, en los momentos finales antes de la jubilación es importante mantener la ventaja sin arriesgar demasiado. Así, si cuando queda poco tiempo para el momento de la jubilación arriesgamos y acabamos perdiendo, nuestro futuro quedará marcado por esas pérdidas pues ya no habrá tiempo de enmendarlas, teniendo en cuenta que los 90 minutos de partido equivalen a la vida laboral, momento en el que tenemos ingresos y mayor capacidad de ahorro e inversión. Por eso, lo mejor en esos momentos es proteger la ventaja, siendo más conservadores para conservar las ganancias al final de esa vida laboral
Y otra analogía más: para ser un equipo vencedor, la consigna es el trabajo constante (la mayoría de jugadores empezaron desde muy niños en el deporte) y la construcción de una estrategia a la que ser fieles. España dio prueba de ello en el anterior mundial, con su estrategia de equipo y control del balón, con un juego de muchos toques. El ahorrador también ha de ir construyendo su estrategia conun ahorro constante en el tiempo, empezado cuanto antes, y disciplinado
1 Comentarios:
Ahorradores, mucho cuidado los intereses están bajos, y salen ofertas que tienen sus peligros
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