El reconocido actor, Robert De Niro, ha anunciado un ambicioso proyecto empresarial en la isla caribeña de Barbuda, conocida también por ser uno de los destinos favoritos de Lady Di.
El doble ganador del premio Óscar va a invertir, a través de su empresa hotelera Nobu, fundada por el chef japonés Nobu Matsuhisa, el productor Meir Teper y el actor estadounidense, 250 millones de dólares (212 millones de euros al cambio actual) en la construcción de ‘The Beach Club Barbuda’, un complejo turístico de lujo situado en una playa de arena blanca y aguas turquesas que lleva el nombre de la Princesa de Gales, ya que era uno de los lugares preferidos para desconectar en los años 90.
El nuevo resort, cuya apertura está prevista para finales de 2026, se levantará en una parcela de 161 hectáreas, donde antiguamente se encontraba el K Club, hotel donde se hospedaba la princesa.
El futuro complejo contará con 17 villas de lujo de unos 500 m2 de superficie, todas con acceso directo al mar, piscinas privadas, jardines propios, duchas al aire libre y equipamientos de lujo como salas de cine y bodegas exclusivas; e incluirá el hotel boutique Nobu Beach Inn y una oferta de restauración a cargo de la firma Nobu Hospitality. Además, según la revista francesa Paris Match, han salido al mercado más de 20 residencias de lujo y 30 parcelas, con la intención de atraer a inversores internacionales.
La relación de De Niro con Barbuda se remonta a hace más de 30 años, cuando visitó por primera vez la isla. Actualmente cuenta con una gran vivienda con pista de tenis y piscina privada; sin embargo, en esta misma parcela tenía una humilde cabaña que fue arrasada durante un huracán en 2017.
Proyecto con apoyos y críticas
El futuro proyecto cuenta con el respaldo de las autoridades de las islas. Sin embargo, no todo el entorno celebra la iniciativa. Organizaciones locales y grupos ecologistas han manifestado su preocupación por el impacto ambiental y social de la urbanización intensiva, especialmente en una isla de recursos naturales limitados.
Frente a estas críticas, De Niro y sus socios han asegurado que las propiedades solo tendrán una planta de altura y estarán integradas en la vegetación de la zona. Además, han subrayado su compromiso con la sostenibilidad y han insistido en la generación de beneficios directos para la comunidad local, tanto por el empleo como por los ingresos derivados de la inversión.
En todo caso, la apertura de ‘The Beach Club Barbuda’ ha reavivado el debate sobre las oportunidades y dilemas del desarrollo turístico en entornos naturales de alto valor ecológico, así como las implicaciones del desembarco de grandes capitales en islas pequeñas y comunidades tradicionales.
Mientras tanto, la apuesta de Robert De Niro sitúa a Barbuda en el mapa de los grandes destinos de lujo internacional, en línea con otros lugares exclusivos del Caribe.
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