
La crisis económica del gigante asiático ha llevado a los promotores inmobiliarios chinos a expandir su negocio al sudeste asiático, levantando miles de casas en el estado malayo de Johor, en la frontera con la potencia comercial de Singapur. En la actualidad, se levanta un megaproyecto, bautizado como 'Forest City', para construir más de medio millón de hogares sobre torres de viviendas en cuatro islas artificiales con un coste que ronda los 100.000 millones de dólares.
Una llamada para ser la ciudad de vacaciones de miles de ciudadanos chinos en esta ciudad fronteriza de Malasia, donde los precios de la vivienda y los costes de construcción son mucho más baratos que en la fronteriza Singapur, potencia económica y comercial de sudeste asiático. Los promotores chinos pretenden levantar una nueva Shenzhen, la megaciudad que se yergue frente a Hong Kong, pero ahora justo en la frontera con Singapur.
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