Si por algo destaca la arquitectura victoriana es por su seriedad y sobriedad. No hay más que visitar Londres para descubrir que la imaginación y la creatividad no es el elemento más característico de este típico estilo inglés. Por eso, la reforma de una parte de esta vivienda londinense resulta tan sorprendente.
El proyecto Mo-tel House, desarrollado por Office S&M, supuso la remodelación de la planta baja de una casa ubicada en el municipio londinense de Islington. El objetivo de la reforma era construir un espacio creativo y divertido.
“Mo-tel House es una remodelación de la planta baja de una casa victoriana en Islington, Londres, para una joven familia de cuatro. El nombre Mo-tel House significa la aspiración de los clientes por su hogar: un escape alegre, brillante y colorido del gris Londres. Junto con un informe para transformar el área previamente húmeda, oscura y estrecha y volver a ponerla en uso, se invitó a Office S&M a crear un espacio lleno de sorpresas y deleites para que disfrute cada miembro de la familia”, señalan en su web.
Uno de los principios sobre los que se sustenta el proyecto es el de la reutilización de los materiales, pero de una forma muy especial e innovadora. “El cliente, Tamsin Chislett, es cofundador de Onloan, un servicio online basado en prestar moda en lugar de consumirla. Estas ideas de pedir prestado y reutilizar se llevaron a cabo en el proyecto, y cada material se tomó prestado, se reutilizó y se reformuló para un nuevo propósito”, señalan. Para poner en marcha esta idea, se utilizaron elementos tan variopintos como botellas de leche derretidas y desechadas y tablas de cortar para los mostradores del baño; virutas de mármol sobrantes para encimeras de cocina; y ladrillos triturados para lámparas colgantes de cerámica.
La renovación de esta casa adosada comenzó con la apertura del espacio oscuro y estrecho en el nivel de entrada de la casa. La eliminación de la pared divisoria interna permitió que la luz ingresara a la sala de estar desde las elevaciones frontales y traseras, y también permitió un cambio de diseño. La cocina se trasladó al frente del edificio y se insertó un área de comedor y asientos hacia la parte trasera.
La multifuncionalidad de los muebles es otra de las características. Cada uno de ellos ha sido diseñado para cumplir más de una función.
Un banco de color rosa y azul con dosel con cresta actúa como asiento de comedor, acogedor rincón de lectura, almacenamiento, trono y gabinete para mostrar las curiosidades recopiladas durante los viajes de la familia.
En la cocina, un volumen azul claro con una tapa redondeada forma una despensa y actúa como un ancla visual para las encimeras de terrazo verde hechas de mármol reciclado.
Se aplicó un tono verde manzana al techo, los huecos de las ventanas y una banda alrededor de las paredes superiores, complementando la superficie de una mesa de comedor en forma de pastilla.
Los entarimados de madera clara se colocan en diagonal y contrastan con las superficies de colores brillantes, que se extienden hasta el elementos como radiadores, interruptores de luz, enchufes eléctricos y manijas de las puertas.
En el proyecto de renovación también se incluyeron dos baños que se apilan en la parte trasera del edificio. En la planta baja, se accede al primero a través de un lavadero rosa y está revestido con baldosas oscuras. Al segundo baño se accede subiendo una escalera decorada en rosa y amarillo. Este baño fue reconfigurado para adaptarse tanto a una ducha como a una bañera, y ahora cuenta con superficies de plástico reciclado hechas de plástico reciclado.
Con estas características, se ha conseguido crear una serie de espacios interconectados pero distintos. “Al dividir el plano de manera lúdica, los muebles y los colores se separan y conectan, enmarcando las vistas a través de la habitación y creando un diálogo arquitectónico entre sus habitantes y los personajes”.
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