Artículo escrito por Alberto álvaro González, socio director de momentum cooperativas
De un tiempo a esta parte, es cada vez más frecuente que algunos bancos e incluso propietarios de suelo soliciten a los cooperativistas interesados en levantar un edificio de viviendas desde cero la firma de un aval solidario como condición para la concesión de financiación a su proyecto o al aplazamiento de cantidades a pagar
En nuestra opinión, esta práctica supone situar a los cooperativistas en situación de asumir un riesgo excesivo, dado que, por mucho que la probabilidad de ocurrencia de algún hecho arriesgado pueda limitarse, no puede eliminarse. Si dicho riesgo se llegara a materializar, puede suponer un enorme quebranto para los socios cooperativistas, puesto que cada uno de ellos responde por sí mismo y por los demás del 100% del préstamo global más intereses y costas con todos sus bienes, tanto los actuales, como los que pueda obtener en el futuro
En las circunstancias actuales de crisis, ningún proyecto, empresa o colectivo está a salvo de potenciales problemas, tales como problemas financieros de la constructora, accidentes en la obra o circunstancias administrativas que paralicen o demoren la ejecución del proyecto más allá del plazo pactado con los acreedores (como ha ocurrido recientemente en los pau de Madrid)
Por ello, desde momentum cooperativas, desaconsejamos rotundamente la firma de un aval solidario a los socios de las cooperativas
Hemos podido comprobar cómo, en demasiadas ocasiones, los firmantes de un aval de este tipo no son plenamente conscientes de la repercusión que puede tener: sirva como ejemplo el caso real de un socio de una cooperativa cuyo nombre omitiremos que montó en cólera al denegársele el leasing del coche puesto que según el análisis de la entidad, tenía una deuda de más de 20 millones de euros sin él tener consciencia de ello. Y el problema, es que en verdad, no se trataba de un error, sino que solidariamente era deudor de esa cantidad
¿Qué es un aval solidario?
En términos simples, un aval solidario, es una garantía mediante la cual, el firmante (avalista) garantiza con todos sus bienes presentes y futuros que hará frente a un compromiso de pago, en caso de que el deudor no satisfaga dicho pago
El apellido “solidario” significa que la entidad financiera le podrá reclamar íntegramente la deuda a cualquiera de los avalistas. Más aún, con la firma de dicho aval, el avalista acepta hacer frente al total de la deuda sin necesidad de que el ejecutante del aval ejecute o embargue los bienes del avalado, es decir, el acreedor puede elegir indistintamente al deudor o al avalista para que pague la totalidad o parte de la deuda. Como salida, al avalista le quedaría el derecho de reclamar al deudor el importe que pagó al acreedor mediante la acción de regreso
¿Que aplicación tiene en una cooperativa de viviendas?
En el caso de una cooperativa de viviendas, la práctica habitual es que el proyecto (edificio de viviendas) se financie mediante el esfuerzo económico de los socios (compradores de pisos), quienes realizan importantes aportaciones económicas a la cooperativa (sociedad creada por todos los compradores), y la firma de un préstamo promotor para financiar la adquisición del suelo y demás gastos de promoción por parte de la cooperativa
Si los socios avalan solidariamente el pago del préstamo promotor o cualquier otro pago aplazado, todos y cada uno de ellos, están asumiendo que en caso de incumplimiento de un socio o la sociedad al completo, la entidad financiera pueda solicitar el embargo de bienes de uno, varios o todos los socios por el importe total de la deuda más intereses y costas. Más aún, el embargo puede realizarse sin necesidad de embargar previamente el suelo o el proyecto de la cooperativa
De esta manera, el incumplimiento del préstamo por parte de la cooperativa, aun cuando no fuera responsabilidad de la propia cooperativa, ni de los socios a los que se embarga supondría un quebranto enorme para éstos. Piénsese por ejemplo, en un retraso en la obra más allá del periodo de carencia, o en la paralización de las obras por cualquier motivo (problemas económicos de la constructora, motivos administrativos, accidentes, etc)
Problemas
1) en una situación como esta, los cooperativistas firmantes de un aval solidario, podrían encontrarse con que después de haber hecho un enorme esfuerzo económico para realizar las aportaciones de fondos al proyecto, éste queda varado y no sólo eso, sino con que el acreedor reclame contra sus bienes (vivienda actual, cuentas, sueldo, vehículos, etc) por una cifra astronómica
2) Aun cuando dichos problemas puedan ser calificados como de “fuerza mayor”, la firma de un aval solidario ofrece al acreedor un incentivo “perverso” a no colaborar en resolver el problema, sino a agravarlo mediante la ejecución del aval, en la medida en que ésto pueda resultarle menos oneroso que buscar soluciones comunes con la cooperativa y sus socios
3) más aún, un aval de este tipo supone una contradicción con el espíritu de desarrollo en cooperativa, en primer lugar, porque si las sociedades cooperativas tienen personalidad jurídica es, entre otros motivos, para proteger o limitar la responsabilidad de sus socios al cumplimiento de su contrato, hecho que se rompe en el momento en que se avala solidariamente
4) por otro lado, rompe el principio de igualdad entre los socios, al crear una distorsión entre los socios con mayor capacidad económica que son los que más arriesgan y el resto: las circunstancias económicas y laborales, y el patrimonio personal o familiar de los socios de una cooperativa pueden ser muy diferentes; de la misma manera puede serlo la facilidad para embargar los bienes o salarios de un socio respecto a otro
Ante estas razones, se repite la argumentación de que “al acreedor nunca le va a interesar ejecutar el aval, es sólo una cuestión de confort”; pero si así fuera, ¿qué sentido tendría exigir su firma?, toda vez que existen soluciones más equilibradas que no incrementan el riesgo de los socios y a la vez hacen factible la financiación del proyecto
Por todo ello, nuestro punto de vista es claro y rotundo: en las circunstancias actuales, para los socios de una cooperativa firmar un aval solidario equivale a jugar con fuego: puede que al final te libres de quemarte, pero… ¿de verdad merece la pena arriesgarlo todo?
14 Comentarios:
Yo me se de un caso similar, un lio de narices, pero en este caso, es la constructura quien reclama unos pagos no satisfechos (supuestamente) de obra, a la cooperativa. Resulta que han ido a juicio y han dado la razon al constructor, los cooperativistas se niegan a pagar (mas que nada porque la cuantia es bastante elevada y todos andan ya hipotecados y no tienen ya mas dinero). Y ahora la constructora esta "tirando los dados" para ver "contra quien van".
El 90% de las cooperativas de valdebebas usan esta "sana" modalidad, además lo hacen por lo criminal ya que ni te dan el contrato para que firmes el préstamo únicamente te piden un poder notarial y ya hacen lo que les da la gana.
Tener mucho cuidado.....
Saludos
Igual que con vosotros, la peligrosa moda de trabajar en idealista.com donde podrás perder el tiempo sin aprender absolutamente nada durante el tiempo que estes trabajando.
Sois los peores y lo sabeis gracias a la escuela de ceporros que estais creando
Cuando se dará cuenta la gente y actuará en consecuencia?!!! Es el clarisimo abuso de siempre!!!!!
Las entidades financieras nunca jamás asumen riesgos !!!!
Y luego obligan al gobierno a obligar la solidaridad para sacar al pais adelante y encima no movilizarse por la mala imagen que se da al exterior.
El abuso del poder....y el miedo de la gente! Lo tienen muy fácil. Hay que despertar!
Hay que concienciarse de ese abuso de poder y del miedo y la inercia de quien sucumbe a el,, hay que aprender a decir no, no, al abuso, no al miedo no a la inercia, hay que planificar en bien de todos y no el de ambiciones personales. A la larga el pensar en el bien común repercute en el propio. Y además nos hace más felices, más grandes , más cerca de lo que verdaderamente somos. Seres espirituales,que vivimos una experiencia humana.
Déjalo,.... si no por avisarles van a dejar de hacerlo.
Luego, cuando vengan las consecuencias, saldrán a la calle con cacerolas, armando follón, insultando a los políticos, a los bancos y a quien haga falta, para que les excusen de su responsabilidad porque "los engañaron y no sabían lo que firmaban", y bla, bla,bla....
Al final, ley al canto para librarles de sus deudas, que pagaremos los demás.
Si ya nos sabemos el rollo. ¿Para qué insistir? Esto es España, nen.
Como consecuencia de la negativa de los bancos a financiar suelo, algunos propietarios que desean vender suelo, aconsejados por abogados de pocos vuelos están exigiendo el aval solidario.Como ninguna cooperativa responsable accede a ello puesto que hay otros instrumentos financieros disponibles y menos dañinos, resulta que parte del daño que se está provocando también va al propietario del suelo que finalmente no puede vender.
Pero vamos a ver: cómo es posible que, a estas alturas de la vida y de la forma que están las cosas, puede haber personas que sean tan incautas para meterse en una cooperativa?
Es que no hay suficientes pisos vacíos en todo Madrid que se pueden comprar sin necesidad de meterse en líos ni jaleos?
Y lo que me extraña es que, en esas nuevas promociones se metan personas con una calificación técnica y universitaria y no se den cuenta o no hayan aprendido que, en la mayoría de las ocasiones, suelen salir mal.
Por los motivos que sean, siempre se ha dicho que una cooperativa se parece a un difunto en que lo llevan entre cuatro vivos (sean quienes sean) y que también que, entre cuatro se llevan la caja y los demás se quedan llorando.
Lo siento muy de veras
Siempre, ha sido peligroso avalar alguna cosa, el aval solidario, parece ser, que es mas peligroso, por que no sabes exactamente a quien avalas, ni si quiera por la cantidad que lo haces. Por esto se llamara solidario, gracias por esta información, se lo que es avalar, y también se lo que es pagar por aquel aval, siendo persona conocida la que avale. Pero una cosa es ser ( solidario) con una persona que te creías que conocías, y la otra tenerlo que ser hasta con las que no conoces
Os parece todo muy sencillo, pero no siempre es así.
Por un lado, hay cientos de miles de familias cuya vivienda es fruto de una cooperativa. A algunos les salio regular y pagaron de más, otro muchos se quedaro por el camino, pero también hay una gran mayoría a la que le salió muy bien. Ahora bien, en las circunstancias de hoy, admito que es un riesgo muy grande entrar en una.
En mi caso entré en una hace pocos años en Valdebebas, y por desgracia en mi cooperativa firmamos aval solidario para el aval solidario para el prestamo promotor. Desgraciadamente era muy consciente de lo que firmaba y no me gustaba nada pero claro, tal y como está valdebebas la opción de no firmarlo significaba abandonar el proyecto entero.
No hay prácticamente financiación y conseguirla en estas condiciones draconianas ha sido casi un milagro. Una vez con el suelo comprado, es un suicidio si no consigues el prestamos promotor. Te quedas con un suelo actualmente devaluado y con la posibilidad (como ha pasado ahora) que los prestamos promotores sean cada vez más difíciles y más caros. De hecho ha pasado algo aun peor, por una setencia del supremo a un denuncia interesada de unos impresentables, ahora mismo está paralizada la concesión de licencias de obra y si no habías conseguido el prestamos promotor y con él la licencia de obra estás en una situación más díficil.
Tampoco abandonar la cooperativa es una situación fácil. Ya no sólo abandonas las esperanzas de ir a la casa que deseabas, es que ninguna cooperativa devuelve hoy en día el dinero aportado, por lo que tienes que buscar a alguien que se haga cargo de tu plaza y tampoco es nada fácil hacerlo, por lo que puedes pasar a otra situación en la cual estes dado de baja, de la cooperativa pero sin el dinero y sin voz ni voto.
En fin. Que aun sabiendo los riesgos, las alternativas ante ciertas situaciones tampoco son sencillas una vez está la situacion como está.
Para poder comentar debes Acceder con tu cuenta