
Los escenarios donde se desarrollan los videojuegos tienen un papel fundamental en las tramas y en la forma en que el protagonista tiene que resolver las pruebas. Aunque entre ellos abundan los paisajes naturales y los artificiales, que incluso imitan algunos ya existentes (toda la historia de 'The Wheelman' se desarrolla en Barcelona, por ejemplo), no escasean las casas diseñadas 'ad hoc' que se han grabado en nuestras retinas a fuerza de partidas.
Como ocurre en el cine, los interiores tienen que ser diseñados con todo lujo de detalles, porque entrar en un edificio no significa que la acción se detenga. Pasadizos, cuadros y habitaciones ocultas suelen servir para tejer nuevos retos que los jugadores tendrán que superar. Dependiendo del género, añadir un toque de humor al decorado, luces tenebrosas para un ambiente lúgubre o adornos de lujo aportan realismo a la historia.
La época y el contexto en que transcurre el juego también resultan cruciales. Si los personajes son piratas, o si viven en la Edad Media, no pueden acabar con sus enemigos en un salón con una tele de plasma. Para comprobar el grado de detalle al que llegan sus creadores, hemos reunido diez de las mejores casas que aparecen en videojuegos.
Resident Evil
A lo largo de la saga más famosa entre los aficionados a matar zombis, no paran de aparecer las estancias de la enorme mansión Spencer, un edificio victoriano a las afueras de la ciudad de Raccoon. Su diseñador ficticio es el arquitecto George Trevor, un personaje que también forma parte del argumento. El enorme edificio es una especie de laberinto que el jugador debe conocer para no caer presa de los muertos vivientes.

Castlevania: Symphony of the Night
Como el resto de capítulos de la famosa saga de Konami, el protagonista se desplaza por los pasadizos del castillo de Drácula, Castlevania. Se diferencia del escenario de Resident Evil en su estilo, más parecido al de la Edad Media y menos realista (es más antiguo que el primero y todavía en dos dimensiones). No imita la imagen de una vivienda normal, sino que abundan las altas paredes de piedra y las bibliotecas. No olvidemos que se trata de una fortaleza.

The Longest Journey
Este videojuego de aventura también tiene lugar dentro de una casa virtual. Su protagonista, una joven de 18 años, habita una vivienda de lo más moderna. Tiene enormes mesas de diseño y hasta una pantalla de plasma en el salón. ¿Quién dijo que las viviendas en videojuegos solo pueden ser antiguas?

Tomb Raider II
Aunque en todas las aventuras de esta heroína del mundo digital termina por aparecer alguna casa, en esta, la joven arqueóloga recorre la suya propia. La casa de Lara Croft no tiene nada que envidiar a cualquiera de las anteriores: es amplia, llena de escaleras y con unas habitaciones para perderse. En la entrada cuelgan lámparas de araña, abundan los cuadros e incluso tiene una biblioteca al más puro estilo Harry Potter.

Toy Story 2
Las aventuras de Buzz y Woody no terminan en las pantallas de cine. En el primer nivel de la segunda entrega del videojuego basado en la película, gran parte de la acción se desarrolla en la casa de Andy. La habitación del niño se parece mucho a la del largometraje: las paredes azules con estrellas amarillas y los muebles que el protagonista del juego recorre saltando para no caer al vacío. También puedes bajar al salón, bastante austero, para seguir recogiendo monedas.

Crash
El famoso zorro de la serie Crash Bandicoot tiene un hogar, y como no podía ser de otra manera, está en las islas Wumpa. La entrada se parece a la guarida de un animal con una puerta de madera, pero dentro hay una televisión y el jugador puede ponerse a leer cómics, como en su propia casa.

Eternal Darkness: Sanity’s Requiem
Este videojuego de terror no es apto para cardiacos. Su protagonista debe descubrir las pistas del asesinato de su abuelo, y para ello tiene que rastrear las estancias de una lúgubre vivienda (la luz, más bien tenue, es un elemento fundamental). En un juego de miedo, la ambientación no puede dejar nada al azar: en las habitaciones puedes toparte con una estatua con cabeza giratoria o una bañera repleta de sangre.

Assassins Creed IV: Black Flag
La casa de la plantación de la isla Gran Inagua es de madera, y sus habitaciones no tienen muchos adornos. Quinqués, cajas y algunas sillas son casi los únicos elementos que puedes encontrar en esta vivienda del siglo XVIII (época en la que se ambienta el juego). Edward Kenway, el protagonista de esta entrega y un supuesto pirata, debe recorrerla como parte de la trama para desvelar la conspiración que se cierne sobre la humanidad.

Luigi’s Mansion
El hermano de Mario se separa del fontanero más famoso de los videojuegos para protagonizar una aventura que transcurre, sobre todo, en el interior de una vivienda. La mansión es tenebrosa por fuera y por dentro. Sus pasillos, cubiertos con alfombras, están franqueados por armaduras medievales. El pobre Luigi incluso tiene que visitar sus baños para acabar con los fantasmas que la inundan. Puedes encontrar radiadores, tapices, cortinas y jarrones entre los detalles del decorado.

Mystery House
Terminamos con uno de los primeros juegos con gráficos reales, que ahora parecen un poco ridículos: Mystery House, lanzado para Apple II en 1980. El objetivo es resolver los crímenes que han sucedido en una casa a medida que te encuentras con las pistas presentes en la escena. Olvida los volúmenes, los colores y el 3D; todo está formado por líneas que se unen, como si el escenario estuviera dibujado con Paint.

Puede que no te apetezca lo más mínimo vivir en la mayoría de las casas que aparecen en los videojuegos (aunque las de Los Sims no están tan mal), pero quizá a partir de ahora te fijes más en sus detalles. Seguro que sus creadores se han pasado horas pensando en cada esquina de esa habitación que recorres con los mandos de tu ordenador o tu consola.
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