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¿Comprar una casa reformada o sin reformar? es una pregunta muy frecuente para el comprador de una vivienda. Por lo general, una casa sin reformar suele ser más barata y te permite rehabilitarla de arriba abajo a tu gusto. Pero antes de iniciar el lavado de cara hay que analizar los puntos fuertes y débiles de la vivienda, como el aislamiento o la iluminación. También hay que ver los nuevos materiales que hay en el mercado para evitar las obras por completo. 
 
1.- Solicita tres presupuestos: y que cada uno de ellos tenga bien detallado cada partida, así como la calidad de los materiales a utilizar. De este modo, evitas presupuestos muy ajustados que luego se van de precio o lo contrario.  Con tu presupuesto claro, puedes informarte de la financiación para no descapitalizarte simulando lo que pagarías al mes.
 
2.- Si has comprado una vivienda para reformar, lo primero que hay que hacer es tener las ideas muy claras: resulta muy positivo tener claro el presupuesto destinado a la obra, sobre todo para evitar sobrecostes de última hora. Por ello, también es muy bueno acudir a un profesional como un arquitecto o interiorista para descubrir los vicios ocultos e imprevistos: patologías ocultas, materiales que no se consiguen, humedades, etc. 
 
3.- Nuevos materiales que evitan obras al completo: hay revestimientos vinílicos, pintura antihumedades o materiales de PVC, es decir, materiales que evitan el escombro y obras interminables. Pero también hay pinturas ignífugas, sostenibles, transpirables y naturales, con lo que la pintura no sólo embellece el hogar, sino que también lo protege y lo cuida. 
 
4.- Estudia si necesitas una licencia: si la reforma es de obra mayor (que afecte a los muros de carga, fachada o a elementos comunes), necesitarás una licencia del ayuntamiento correspondiente. En este caso, hay que presentar en el consistorio un proyecto firmado por un arquitecto. El resto de las reformas se consideran de obra menor. Algunas pueden precisar de una licencia de obra menor o, simplemente, de un acto comunicado. Infórmate en tu Ayuntamiento.
 
5.- Reforma las tuberías si son muy antiguas: si son de cobre o hierro es aconsejable revisar tanto el caudal de agua como su estado. De estar defectuoso la solución no tiene que pasar por su sustitución. Hay una solución más novedosa que es aplicar una capa de resina especial, cubriendo el interior de la tubería vieja, de esta manera se crea una segunda tubería por la que circulará el agua libre de cualquier residuo metálico. 
 
6.- Cambio de puertas y ventanas: si las puertas están en mal estado, conviene cambiarlas, pero si no es el caso, quizás sea suficiente con lacarlas y lijar y pintar los marcos de las ventanas. 
 
7.- Lavado de cara de la cocina: si te quieres ahorrar dinero, es posible forrar los armarios y muebles con vinilos brillo o mate. Y si se quieren tirar los azulejos, algo que es costos y levanta mucho polvo, lo mejor es pintarlos, aplicando un papel resistente o un vinilo especial que cubrirá cualquier desperfecto. Otro truco pasa por cambiar los tiradores de los armarios y puertas. 
 
8.- Reforma el cuarto de baño por poco dinero: igual que en la cocina, en el cuarto de baño también es posible tunear las paredes con esmaltes sintéticos o papeles y vinilos resistentes a la humedad. En cuanto al suelo, se pueden colocar encima de las baldosas pinturas y revestimientos fáciles de poner y que imitan a todo tipo de material. Si queremos ganar espacio en el baño, es aconsejable cambiar la bañera por un plato de ducha y colocar estanterías en lugar de armarios. 
 
En cuanto a los sanitarios, si no están rotos ni en mal estado, una buena medida para actualizarlos puede ser cambiar la grifería del lavabo y ducha, y en el caso del inodoro, sustituir la tapa por una más moderna. Además, existen pinturas específicas que podremos utilizar para darles una mejor imagen. 
 
9.- Cuál es el mejor momento paga pagar: la máxima que circula por el sector de las reformas es que hay que pagar una vez la obra ha acabado y que el cliente haya quedado conforme con lo pactado. Es aconsejable pagar un 30% del total más el IVA al comienzo de las obras. En caso de que el resultado no haya sido satisfactorio para el cliente, éste puede retener a la empresa un 10% del importe de la factura hasta que la reforma quede perfecta. 
 
Además, es importante incluir una cláusula de penalización en el presupuesto con los tiempos de finalización de la obra. Cada día de retraso se puede penalizar con una cantidad determinada, como, por ejemplo, con 60 euros.
 
Como ves, una reforma comporta una inversión, pero a día de hoy, hay muchas posibilidades en cuanto a materiales y precios que ofrecen una calidad aceptable con un diseño muy actual para ceñirte a tu presupuesto. Para pagar tu Reforma, puedes solicitar un préstamo especializado en Reformas y pagar a plazos cómodamente, ya que es uno de los productos financieros con los intereses más competitivos.
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