La idea de vivir en armonía con la naturaleza es algo a lo que mucha gente suele aspirar. Y es que disfrutar de un lugar tranquilo, relajado y en sintonía con el medio ambiente puede ser la clave para mejorar el bienestar físico y emocional. Por eso, y sobre todo después de la pandemia del coronavirus, mucha gente ha decidido buscar lugares en los que esto sea posible, alejados de la vida ruidosa y vertiginosa de la ciudad.
Las opciones, en estos casos, son varias: una de ellas es apostar por empezar de cero y levantar una nueva construcción; otra es la de tratar de salvar alguna de vivienda antigua que, en algún momento, estuvo en buen estado. Esta última es la alternativa por la que se decantaron los clientes en este proyecto diseñado por DID Studio, en Marostica, cerca de Venecia.
“Rehabilitar un edificio antiguo tratando de respetar el carácter original del mismo fue el principal reto de este proyecto. Por lo tanto, era necesario intervenir lo menos posible sin despilfarro de energía”, explican en su página web.
La construcción por la que decidió el cliente, y sobre la que iba a recaer el trabajo de renovación, era un viejo edificio rodeado por verdes colinas y un antiguo olivar. La ubicación específica de la casa es uno de sus puntos fuertes, ya que desde ella se alcanzan unas vistas fascinante.
Otro de sus encantos es que se trata de una zona apenas es accesible por vehículos motorizados. Algo que tuvo su contraparte en lo que significó como dificultad añadida para conseguir la mejor organización posible del sitio. De hecho, fue necesario analizar cómo, originalmente, los habitantes locales habían logrado construir con muy poco transporte: la solución para realizar la renovación surgió precisamente de este análisis.
La estrategia para hacer posible el proyecto fue apostar por la utilización de técnicas de construcción artesanales y materiales de la zona específica. Las dificultades encontradas también se convirtieron en una oportunidad para resaltar la hermosa imperfección de los materiales antiguos y estudiar detalles simples y emocionales.
El pavimento principal de la planta baja está hecho de coccio pesto para recordar la sensación de caminar sobre el suelo: una mezcla de cal y ladrillos de terracota triturados. El frotado del suelo se hizo a mano, como se puede ver en las marcas, y luego se trató con aceite de linaza, lo que le da resistencia y un color cálido. Las habitaciones del primer piso se separan entre sí con pantallas de tela en una estructura de madera, fácilmente adaptable a diversas necesidades, que evoca la sensación de ligereza.
Las vigas de madera se recuperaron de un antiguo almacén cercano y provienen de plantas cortadas muchos años antes en el bosque circundante. La irregularidad de la forma se debe a que los típicos robles de la zona son relativamente pequeños y crecen muy lentamente.Ahora, la House ES representa el centro de reunión de la organización sin fines de lucro y sirve como punto de planificación para las diversas actividades promovidas, que incluyen el cultivo de los huertos cercanos, la meditación en el jardín en la ladera, la permacultura, la apicultura y la recolección de hierbas silvestres.
Como concluyen los arquitectos, al describir esta bonita y funcional casa, en House ES, "las soluciones sencillas y modestas reflejan la voluntad de investigar y aspiran a un equilibrio interior y profundo".
Para poder comentar debes Acceder con tu cuenta