Comentarios: 0
Microcemento en la escalera de una casa
Microcemento en la escalera de una casa Flickr

Artículo escrito por Sandra Barañano, Directora Técnica de Cuida Tu Casa

Todos hemos sido testigos directos del auge de materiales innovadores que responden a las nuevas demandas estéticas y funcionales de los hogares. Y uno de los protagonistas indiscutibles de los últimos años de esta tendencia es, sin duda, el microcemento. 

Su capacidad para crear superficies continuas, sin juntas, y su versatilidad para adaptarse a casi cualquier estilo lo han convertido en una opción predilecta tanto para profesionales como para particulares que buscan un acabado moderno y duradero.

Pero, ¿qué es exactamente y, sobre todo, cómo es el proceso real de aplicación en una obra? Es muy importante desmitificar su aplicación y explicar los pasos clave que garantizan un resultado óptimo.

¿Qué es el microcemento?

El microcemento es un revestimiento compuesto por una base cementicia de altas prestaciones, a la que se añaden polímeros, fibras, áridos seleccionados, y pigmentos de colores. 

Su principal característica es su extraordinaria adherencia a prácticamente cualquier superficie (azulejos, hormigón, pladur, metal, plástico...) y su aplicación en capas muy finas (apenas 2-3 milímetros de espesor total).

¿Cómo se aplica?

Aunque el resultado final pueda parecer una superficie sencilla y uniforme, la aplicación del microcemento es un proceso técnico que requiere precisión, experiencia y paciencia. Aquí detallamos las fases clave que seguimos en obra:

  1. Preparación del soporte: en cualquier trabajo de revestimiento, la preparación de la superficie existente es fundamental. Esta debe estar limpia, seca, consolidada y nivelada. Si trabajamos sobre azulejos, por ejemplo, nos aseguramos de que no haya piezas sueltas y rellenamos las juntas para crear una base lo más lisa posible. Cualquier imperfección en el soporte original podría manifestarse en el acabado final. Aplicamos una imprimación o puente de unión específico para asegurar la correcta adherencia del microcemento.
  2. Aplicación de la malla de fibra de vidrio: en suelos o superficies que puedan tener ligeros movimientos o fisuras, es crucial colocar una malla de fibra de vidrio embebida en la primera capa de microcemento base. Esta malla aporta resistencia y flexibilidad al sistema, previniendo la aparición de fisuras futuras.
  3. Capas de microcemento base: se aplican generalmente dos capas de Microbase. Este es el componente que aporta la resistencia mecánica al sistema. Se extiende con llana metálica, creando una capa uniforme. Entre capa y capa, es imprescindible respetar los tiempos de secado indicados por el fabricante y, a menudo, realizar un ligero lijado para eliminar imperfecciones.
  4. Capas de microcemento de acabado: una vez seca y lijada la base, aplicamos dos capas del microcemento de acabado. La elección entre microfino (más liso, ideal para paredes) o microdeck (más resistente, ideal para suelos de alto tránsito) dependerá del uso final. Estas capas son las que aportan la textura final y el color deseado. La mano del aplicador es crucial aquí: la presión, el ángulo y el movimiento de la llana crearán aguas y efectos únicos, haciendo de cada aplicación una obra artesanal. De nuevo, se lija suavemente entre capas.
  5. Sellado de protección: quizás uno de los pasos más importantes para garantizar la durabilidad, impermeabilidad y resistencia a las manchas del microcemento. Una vez la última capa de microcemento está completamente seca y lijada, aplicamos varias capas de un sellador específico, generalmente un barniz de poliuretano al agua de alta calidad. Este sellador puede tener acabado mate, satinado o brillo, según las preferencias del cliente, y protegerá la superficie del desgaste diario, la humedad y los productos de limpieza.

¿Qué es necesario para garantizar su éxito?

  1. Mano de obra cualificada: la aplicación del microcemento no es un trabajo de bricolaje sencillo. Requiere formación específica y experiencia para controlar los grosores, los tiempos de secado, las técnicas de llaneado y el lijado. Confiar en profesionales garantiza un resultado estético y duradero.
  2. Calidad de los materiales: no todos los microcementos son iguales. Utilizar materiales de fabricantes reconocidos y seguir sus fichas técnicas al pie de la letra es esencial.
  3. Tiempos de ejecución: aunque evita demoliciones, el proceso requiere respetar escrupulosamente los tiempos de secado entre capas (que varían según la humedad y temperatura ambiente), por lo que no es una solución "instantánea".

En conclusión, el microcemento se ha consolidado como una solución versátil y estética en el mundo de la reforma. Su aplicación, aunque detallada y técnica, ofrece resultados espectaculares, creando espacios continuos, modernos y fáciles de mantener. No dude en contactar con profesionales del sector, la figura ideal para valorar su capacidad de transformación y adaptabilidad en cada reforma concreta. 

Ver comentarios (0) / Comentar

Para poder comentar debes Acceder con tu cuenta