La sostenibilidad se consolida como un criterio cada vez más influyente en la compra de vivienda en España. Según el III Observatorio sobre Vivienda y Sostenibilidad elaborado por UCI (Unión de Créditos Inmobiliarios), más de tres de cada cuatro compradores españoles (76,5%) estarían dispuestos a pagar un sobrecoste por una vivienda energéticamente eficiente.
Ese sobrecoste medio asumible se sitúa en el 7% del precio total, lo que equivale a unos 14.200 euros adicionales para una vivienda tipo de 100 m2, tomando como referencia el precio medio del metro cuadrado (2.033,4 euros/m2, según el Ministerio de Vivienda y Agenda Urbana).
El mercado ya paga más por la eficiencia energética
Pese a esta predisposición, lo cierto es que el mercado actual ya está premiando la eficiencia con incrementos de precio aún mayores. Un informe reciente del Banco de España señala que las viviendas con certificación energética A o B se venden, en promedio, por un 9,7% más que aquellas con calificación F o G en la misma zona y periodo.
La llamada “prima verde” se ha intensificado en los últimos años: del 5,8% en 2018 al 11,5% en 2021 y hasta el 18,3% en 2022. Según Lorena A. Zenklussen, directora comercial de UCI, "este desajuste entre la percepción del comprador y la realidad del mercado está relacionado con el encarecimiento de la vivienda de obra nueva, debido a la subida de los materiales y el coste energético".
Jóvenes, urbanos y formados: los más comprometidos con la sostenibilidad
El estudio también revela que el perfil más sensible a la sostenibilidad es el de jóvenes de entre 25 y 34 años, entre los que un 66% valora la eficiencia energética como un aspecto clave en la elección de vivienda. En contraste, el 27% de los mayores de 55 años asegura no tenerlo en cuenta en absoluto.
Por regiones, las comunidades más comprometidas son Madrid (86%), Asturias, Cantabria y Aragón (83%), mientras que Canarias (71%) y Castilla y León (74%) presentan los niveles más bajos, aunque igualmente significativos.
En términos generales, un 60,3% de los ciudadanos considera la eficiencia energética un criterio relevante, y un 18,6% la califica incluso como un requisito imprescindible en su búsqueda de vivienda.
La sostenibilidad deja de ser un lujo
Aunque todavía existe una diferencia entre lo que los compradores están dispuestos a pagar y lo que el mercado ya refleja, los datos muestran una clara evolución: la sostenibilidad comienza a verse como un valor añadido, que incide tanto en la decisión de compra como en la percepción del precio justo.
“Cada vez más compradores valoran positivamente la eficiencia y están dispuestos a realizar una mayor inversión. Aunque queda camino por recorrer, la tendencia es clara: la sostenibilidad ya no es un lujo, sino una exigencia creciente, que debe ir de la mano con la renovación del parque edificado existente”, concluye Zenklussen.
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