En 1923, se instaló un gigantesco cartel publicitario de color blanco con el fin de promocionar una urbanización en una colina de Los Ángeles. Aunque iba a ser temporal, el letrero se convertiría en un auténtico icono del lugar con el paso de los años: aquel ‘Hollywoodland’ (sustituido después por ‘Hollywood’) acabaría por representar a la meca del cine.
Reconstruido en los años 70 y conservado gracias a la inversión del mismísimo Hugh Hefner, fundador de la revista Playboy, Hollywood Sign ha aparecido en multitud de películas, además de ser parodiado en ‘Los Simpsons’ (el cartel de Springfield imita su diseño).
Eso sí, su fama también ha causado algún que otro problema: hace unos años, los vecinos de Hollywood Hills reclamaron en los tribunales que se restringiera el acceso de los turistas que acuden masivamente a fotografiarse con él de fondo. Hay incluso quien lo ha modificado. A principios de año, un bromista cambió el ‘Hollywood’ por ‘Hollyweed’ (‘weed’ significa ‘marihuana’) para celebrar la legalización del cannabis en California (de hecho, no era la primera vez).
Una iniciativa muy diferente es la que ha emprendido Steve Alper, un dentista que posee algunos terrenos en la zona. Steve se ha aliado con el grupo de investigación arquitectónica Arch Out Loud para analizar cómo podría ser la vivienda del futuro que escoltara al letrero.
500 diseñadores han participado en la competición que han organizado para ello, de la que se acaba de conocer la ganadora: la Casa Ambigua (Ambivalent House). El nombre se adecúa a la perfección al diseño de este proyecto del estudio estadounidense Hirsuta. ¿Es una roca? ¿Una patata de metal? ¿Una enorme pelota desinflándose? ¿Una nave espacial?
Rotando sin prisa, pero sin pausa
En realidad, esta hipotética construcción es similar a un esferoide que no llega a serlo, ya que su cubierta tiene 50 caras de diferentes tamaños y dispuestas de diversas formas. Algunas de ellas están provistas de unas pequeñas ventanas de ojo de pez, suponemos que diseñadas así con el objetivo de preservar la privacidad de sus habitantes.
La innovación no está solo en la forma, sino en el movimiento. La Casa Ambigua rota lentamente sobre un eje central, invirtiendo alrededor de un año en completar un giro. En el transcurso de ese tiempo, la construcción experimentaría un sorprendente cambio, ya que el desplazamiento situará las 50 caras en una posición diferente.
Aunque los ocupantes no noten el movimiento, lo cierto es que los turistas nunca verán la misma Casa Ambigua. Pese al carácter icónico que podría tener al estar delante de ese letrero, “su resistencia para ser vista o leída de la misma forma dos veces” hacen que la construcción parezca diferente en cada estación.
La fisonomía de la estructura tampoco es baladí: los diseñadores han querido tener en cuenta “la calidad salvaje” de las colinas de Hollywood en su diseño, por lo que esta especie de piedra no desentona del todo. Además, la estructura está pensada para ser autosuficiente gracias a la energía que consigue de la luz solar.
Si te estás preguntando dónde están instalados los paneles fotovoltaicos en este hipotético edificio, has de saber que, en realidad, ya están integrados en la propia cubierta. Por ello, debido al desplazamiento, el edificio parece además cambiar de color, ya que la luz incidirá de forma distinta en las concavidades y convexidades. Es más, en algunas zonas la piel fotovoltaica es translúcida, lo que permitirá a los inquilinos contemplar el paisaje pese a estar metidos en esa cápsula.
Inspirada en la Round House erigida por el prestigioso arquitecto Richard Foster en los años 60 (una suerte de platillo volante que rota entre 5 y 26 veces al día) la Casa Ambigua albergaría en su base un sistema mecánico oculto que permitiría realizar ese giro. En el centro también se encuentran las tuberías que conectan con la red de distribución de agua y la de gestión de residuos.
Ahora bien, ¿no es demasiado extravagante el diseño de esta vivienda que parece haber impactado cual meteorito sobre la colina de Mont Lee? En realidad, era eso precisamente lo que pretendían sus creadores. “Cosas más raras han pasado en Mulholland Drive”, destacan los propios responsables de Hirsuta, aludiendo a la cercana carretera que inspiró la famosa y surrealista película homónima de David Lynch.
A juicio de estos diseñadores, el propio vecindario ya es uno de los más extraños de Los Ángeles: la popular señal que se convirtió en un icono por casualidad, la torre de radio que convive con los coyotes de la zona y los turistas que se mezclan con los residentes son elementos que lo diferencian del resto. Así que la Casa Ambigua no pretende “competir con el letrero con otro letrero”, sino tan solo figurar como un elemento extraño más. Eso sí, en caso de que llegue a construirse, aventuramos que no va a pasar precisamente desapercibida.
Una casa oculta y un eclipse, otras ideas para escoltar el cartel
La Casa Ambigua no es la única propuesta insólita que han presentado los diseñadores de esta singular competición. El estudio mexicano FGO Arquitectura ha presentado una futurista creación apodada Hollywood Hill. Como su propio nombre sugiere, esta construcción se integraría perfectamente en la famosa colina, reduciendo el impacto visual. Se trata de una estructura formada por múltiples techos verdes, que funcionan como un sistema de refrigeración natural, capaz de mimetizarse con el paisaje.
Eso sí, la cubierta dejará algunos espacios libres para las ventanas, así como para una enorme piscina que se situará en la parte central, una zona que sirve además como ventilación de la construcción. Desde allí, los inquilinos podrían tener unas vistas privilegiadas para observar uno de los carteles más famosos del mundo.
Ahora bien, el propietario de esos terrenos se ha decantado por un diseño diferente al elegido por el jurado, compuesto por prestigiosos arquitectos, diseñadores y responsables de medios especializados. Alper ha elegido como mejor proyecto a Eclipse, una creación del italiano A 2.0. Studio di Architettura.
Un enorme círculo de grandes proporciones, con una fachada totalmente acristalada, pretende representar conceptos como la simplificación, la reducción, las formas puras y la sostenibilidad. Aunque no negamos la originalidad de vivir en una suerte de semiesfera en la que se refleja el famoso Hollywood Sign, ¿quién querría vivir en una casa transparente? “Nunca he visto una casa como esa y he soñado después con ella”, ha justificado Steve Alper. “Hollywood va, al fin y al cabo, sobre los sueños”.
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