Uno de los edificios más singulares de L'Eixample de Barcelona, la Casa Terradas, popularmente conocido como la Casa de les Punxes, en plena Diagonal, abrió por primera vez sus puertas al público en agosto de 2016, tras 101 años desde su construcción, en 1905. Ahora, para celebrar su primer aniversario abierto al turismo propone visitas especiales en un principio restringidas: el mirador de la torre mayor y un antiguo piso de alquiler.
Los visitantes que ahora acudan a ver esta obra del arquitecto Josep Puig i Cadafalch podrán disfrutar de unas vistas espectaculares de Barcelona desde uno de sus miradores, la 'punxa' mayor, desde donde poder divisar toda la largaria de la Diagonal, además de algunos iconos que moldean la silueta de Barcelona en el cielo, como la Sagrada Familia, la Torre Glòries o las muy próximas a la Casa de les Punxes, las chimeneas de la azotea de La Pedrera.
Bartomeu Terradas encargó a Puig i Cadafalch el diseño de una casa para cada una de sus tres hermanas. La torre, con cierto aire medieval, cuenta con seis torres puntiagudas (punxes en catalán), lo que da fama a la casa y por lo que se la conoce popularmente. La torre que han abierto hacía de azotea y albergaba la lavandería, la casita del portero y los 'badalots', que cubrían escaleras y maquinaria de ascensores.
En el tercer piso de la Casa Terrades, en el tercero primera, su ubicaba un piso de alquiler de principios de siglo XX, otro de los espacios que ahora también estarán abiertos. El espacio era el piso donde vivió la aburguesada familia Calonge, cuya riqueza provenía de la fabricación de sopa instantánea.
Este piso cuenta con una decena de diseños de suelos hidráulicos. La casa cuenta con un despacho de trabajo con su sala de espera, los dormitorios, los pasillos con arco mudéjar y un salón señorial con la chimenea original. En total, más de 200 m2 que ahora lucen desamueblados y permiten imaginar cómo vivieron allí los Calonge.
El arquitecto Jaume Falguera fue el encargado de restaurar la obra arquitectónica, cuya rehabilitación quedó lista hace un año y destapó su interior para el gran público este tesoro del modernismo catalán que suscitaba tanto interés dado su enclave, en plena Diagonal en su cruce con Roger de Llúria, muy próximo a Paseo de Gracia.
En los 12 meses que lleva abierta la casa, ha recibido alrededor de 80.000 visitas, entre tours y eventos. El volumen fue creciendo a medida se acercaba el buen tiempo y, especialmente, en julio y agosto volvió a pisar fuerte con la campaña 'Estiueja el teu modernisme' (veranea tu modernismo).
Como complemento, la casa también permite alquilar espacios para eventos privados, como presentaciones de nuevos productos, cocktails de empresa o incluso bodas, como ya se han celebrado en las estancias de la famosa casa.
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