Limpiar la casa es una de las tareas domésticas que debemos incluir en nuestro horario semanal, para mantener los espacios ordenados, libres de gérmenes y cómodos. Pero no siempre nos percatamos de todo lo que necesita un repaso y, a veces, cometemos errores que ponen en tela de juicio todo el trabajo hecho. Para ayudarte a identificarlos, hemos elaborado una lista de los principales fallos que debes evitar a la hora de limpiar la casa.
Secar los platos con un paño
Después de lavar los platos es mejor dejarlos secar al aire y, pasado un rato, eliminar los restos de humedad con un paño. Un error es frotar los platos con un trapo justo después del lavado y, encima, con el paño para secar las manos, que está lleno de gérmenes. Ten en cuenta también que debes cambiar regularmente los trapos de cocina ya con el uso diario se llenan de suciedad facilmente.
Hacer la cama nada más levantarte
Después de salir de la cama es importante dejar que se airee durante al menos dos horas. Esto se debe a que, si la haces justo cuando te despiertas, las sábanas y el colchón permanecerán cálidos y húmedos, creando el ambiente perfecto para la proliferación de ácaros. Así que dejar la cama un rato sin hacer es la mejor solución para eliminarlos, según un estudio de la Universidad de Kingston en Inglaterra.
Dejar los cojines al sol
Podemos pensar que nuestras almohadas necesitan airearse al sol para estar más desinfectadas, pero los rayos ultravioletas en realidad pueden tener un efecto bactericida. Al calentar los cojines estamos creando, de nuevo, el ambiente ideal para los ácaros, que incluso se multiplican con el calor. Por lo tanto, no vale la pena poner los cojines al sol.
Si decides lavar los cojines, revisa primero la etiqueta para saber qué programa usar o incluso si es posible meterlos en la lavadora. Lo ideal es lavar las fundas y el relleno cada 6 meses.
No limpiar el lavavajillas
En primer lugar, no debes dejar los platos en el lavavajillas durante demasiado tiempo para no acumular bacterias. En el caso del fregadero, cuando termines con los platos, limpia todo con agua caliente y detergente para eliminar cualquier rastro de bacterias o gérmenes.
Si decides dejar los platos para lavar al día siguiente, es recomendable que los pongas cubiertos en un bol con agua caliente y detergente, no solo para evitar que se creen bacterias, sino también porque el agua ablanda los restos de comida facilitando su posterior lavado.
No limpiar la lavadora
Este electrodoméstico también acumula residuos con el tiempo, especialmente en las gomas que hay en el borde de la puerta. Por ello es importante limpiar su interior regularmente, asegurándonos de que está debidamente desinfectado, y mejorando así el lavado de la ropa y el funcionamiento de los mecanismos.
Cuando limpies la lavadora, puedes comenzar poniendo agua caliente en el cajón de detergente para eliminar el suavizante o los residuos de jabón que se hayan quedado incrustados. Después selecciona un ciclo de lavado largo con temperatura alta y añade medio litro de lejía.
Tampoco olvides limpiar el filtro, puedes hacerlo con un cepillo, por ejemplo. El compartimento interno donde está situado el filtro de la lavadora también debe limpiarse, al igual que la estructura externa del electrodoméstico.
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