Artículo escrito por Sandra Barañano, directora técnica de Cuida Tu Casa
Año nuevo, vida nueva, o eso al menos dice el conocido refrán. Es una gran idea pero, por suerte o por desgracia, es probable que no sea tan realizable como nos gustaría. Quizá cambiar de país de residencia, de hábitos o de trabajo sea complejo, pero podemos adaptar el dicho a nuestras necesidades y optar por empezar reformando nuestra vivienda.
Cada habitación es importante, pero no podemos obviar que hay algunas que se usan más que otras, o que tienen que estar constantemente revisándose para cubrir nuestras necesidades, que van cambiando con el paso del tiempo. La habitación de los niños, por ejemplo, es una de las que más modificaciones suelen sufrir, ya que a medida que van creciendo, van variando sus preferencias o exigencias. Sus dormitorios deben ser cómodos y seguros, y apostar por muebles evolutivos supone un total acierto, a no ser que estemos dispuestos a invertir cada año una suma importante de dinero en cambiarlos. Hay cunas, por ejemplo, que se convierten en camas y pueden servir para niños de hasta 7 años. Aunque en un primer momento supone una gran inversión económica, lo cierto es que a la larga sale rentable, tanto para el bolsillo como para los quebraderos de cabeza. Además, debe tenerse en cuenta una gran ventaja a la hora de elegir el mobiliario de estas habitaciones, y es que generalmente no ocupan mucho espacio, con el fin de que los más pequeños tengan una zona de juegos lo más amplia posible.
Dividir la habitación en espacios
En relación a esto último, un buen punto de partida es empezar por la planificación de los espacios. Es fundamental que los niños puedan diferenciar, de manera clara, las zonas de la habitación: juegos, estudio, descanso… Esto contribuirá a que su concentración en la actividad que realice sea mayor, sea cual sea. ¿Cómo empezar esta tarea? Organizando el área de descanso, es decir, colocando la cama, para después gestionar el resto de divisiones.
Respecto al área de juegos, lo que recomiendan los expertos es que esté en una zona luminosa de la habitación, donde a su vez pueden situarse elementos destinados al almacenaje: armarios pequeños, arcones, mesas, cajoneras… Es importante tener en cuenta que esta zona será una de las que más cambios sufrirán con el tiempo. En este sentido, también es necesario hablar del suelo. Los bebés y niños más pequeños necesitarán que haya alfombras, almohadones o cojines, y a medida que vayan creciendo, habrá que limpiar la zona, que se podrá aprovechar colocando un escritorio. Otra opción sería, por ejemplo, disponer de un suelo radiante. Quizá sea un buen momento para invertir en la calefacción de la vivienda para ganar confort y ahorro a largo plazo.
Por otra parte, si la seguridad es importante en el resto de la casa, para la habitación de los más pequeños resulta imprescindible. Contar con mobiliario homologado, de materiales no tóxicos y que tenga los cantos redondeados es fundamental.
En torno a la selección de los colores, lo ideal sería apostar por tonos neutros, e incluso por el blanco, que generan una sensación visual de espacios amplios y luminosos. Para darle el toque infantil, se puede recurrir a cortinas o edredones coloridos.
En definitiva, las reformas de las habitaciones de los más pequeños son fundamentales para lograr viviendas que satisfagan las necesidades de las familias. El hecho de disponer de una habitación adaptada y segura además de ser calidad de vida para los pequeños, es tranquilidad para los padres.
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