
Cantabria esconde una edificación del siglo XVI a la venta en idealista por 1,75 millones de euros. La Casona en San Miguel de Aras fue construida por Juan de Herrera en unos terrenos concedidos por Felipe II como pago por levantar el Monasterio del Escorial. La finca cuenta con 25.000 m2 entre los que están la propia casona y unas antiguas cocheras de dos plantas.

Los dos edificios se encuentran en un magnífico jardín, cerrado con un muro de piedra que proporciona intimidad a sus habitantes. A lo largo del jardín, se pueden encontrar castaños, robles y encinas en un bosque autóctono, así como una plantación de más de 200 nogales para explotación agraria.
Fue rehabilitada en 1988 para adaptarla al uso moderno

La zona exterior también dispone de un manantial de agua, infinidad de espacios verdes y frondosos jardines. La casa, rehabilitada por el arquitecto José Luis Uriarte en 1988, destaca por su fachada de sillería y su construcción en piedra. En dicha rehabilitación, se adaptó la vivienda para un uso moderno, pero respetando todos sus aspectos singulares.

En origen, el inmueble era una casa de verano, ya que no contaba con ninguna chimenea. Las que tiene en la actualidad se añadieron durante la restauración, con la del salón inspirada en las chimeneas y molduras de El Escorial. En el salón principal, que tiene una decoración cuidada que recuerda a las casas de la campiña inglesa, también se encuentra un armario capilla original del siglo XVI.

La impresionante decoración de la vivienda transporta a sus habitantes a tiempos pasados, pero sin renunciar al confort actual. A lo largo de sus cuatro plantas, la vivienda dispone de detalles que dejarán a cualquiera impresionado.
Una casona dividida en cinco alturas

El porche, que nos proporciona el acceso principal a la vivienda, es perfecto para disfrutar del día a día mientras se observa el inmenso jardín que rodea la casona. En esta misma planta se encuentran el zaguán, la increíble biblioteca, un dormitorio con dos camas y baño incluido, el precioso comedor y una cocina. Además, desde esta planta se podrá acceder al sótano, en el que está la despensa, el cuarto de calderas, un dormitorio con baño y el cuarto de la plancha y el lavado.

Una vez se sube a la zona superior, esta se compone de un distribuidor, el impresionante salón principal, un cuarto de estar y cuatro dormitorios. De estos cuatro, dos cuentan con distribuidor con armarios y baño, mientras que los otros dos cuentan con un vestidor y un baño.

Por último, la planta del desván esconde un dormitorio doble, con una sola cama de matrimonio junto con un baño. El resto de la planta se encuentra diáfana, por lo que da la posibilidad de transformarla en lo que más se adapte a las necesidades y requisitos del comprador, que se estará haciendo con una propiedad única.

















Para poder comentar debes Acceder con tu cuenta