Una joya de madera en el sur de Chile: la casa que captura la luz y el paisaje del lago Ranco

En la mitad sur del alargado Chile todavía es posible observar un paisaje conservado muy salvaje y majestuoso. Con vistas a la extensa cordillera de los Andes, antes de llegar a la llanura, el paisaje se encuentra salpicado por numerosos lagos. Uno de ellos, es el lago Ranco, uno de los parajes más hermosos de la región de Los Ríos.

Precisamente, hacia este lago es hacia donde se orienta estratégicamente la llamada Casa Palo Quemado. Una vivienda vacacional diseñada por el estudio Hebra Arquitectos que se adapta a su terreno inclinado, ejerciendo un respeto al entorno sin perder el confort.

Una casa que abraza el paisaje

Concebida como residencia vacacional para una pareja que deseaba recibir a sus tres hijas adultas con comodidad, la Casa Palo Quemado se levanta sobre un terreno en pendiente con la intención de "capturar las vistas del lago hacia el sur y permitir la entrada de luz desde el norte", tal y como explican en el estudio.

Para lograr este objetivo, se diseñaron dos volúmenes de planta cuadrada que se cruzan entre sí con una rotación de 45 grados. Este gesto compositivo permite que cada uno de los espacios principales esté orientado de forma precisa hacia los puntos cardinales más relevantes, optimizando tanto la iluminación natural como las vistas panorámicas.

La estructura se corona con techos facetados metálicos en forma de V, una solución que aporta dinamismo visual y mejora la recogida de agua de lluvia. Para el revestimiento exterior se empleó el roble hualle, una madera autóctona del sur de Chile, que conecta visualmente la vivienda con el paisaje boscoso que la rodea.

“En busca de una relación con el lugar, se utilizaron maderas autóctonas", afirman en el estudio, extendiendo el uso del roble al interior de la casa y reservando el coigüe para el mobiliario de zonas comunes.

Espacios con alma familiar

La distribución interior separa las zonas públicas de las privadas para garantizar tanto la convivencia como la privacidad. En uno de los volúmenes se acoge la zona social, ubicando la cocina de doble altura, el comedor, el salón y una terraza cubierta orientada al sur que "permite disfrutar de las vistas del terreno pintoresco".

La parte superior de la cocina cuenta con grandes paneles de vidrio que permiten la entrada de luz desde el norte y favorecen la ventilación cruzada, clave en una casa pensada para el confort climático pasivo.

En el entrepiso, una sala multimedia y una oficina flotan sobre la cocina, con una pared acristalada que refuerza la sensación de apertura. El acceso a este nivel se realiza a través de un puente interior con barandilla metálica negra que discurre junto a una estantería metálica prefabricada pensada para almacenar libros, vinos y objetos personales.

En el otro volumen se encuentran el dormitorio principal y tres habitaciones de invitados diseñadas para máxima flexibilidad. "Se diseñaron con una cama doble en la base y dos camas encima, que se cruzan de lado a lado", dicen en el estudio, una solución ideal para alojar cómodamente tanto a adultos como a niños sin perder espacio.

A modo de bienvenida, un pequeño volumen curvo en la fachada norte actúa como vestíbulo. Su revestimiento de madera negra y su forma diferenciada marcan la entrada, aportando una nota de contraste que realza el carácter escultórico del diseño.