El “tiempo de inactividad no planificado” en las grandes empresas, provocado por los típicos ‘cuelgues’ informáticos o las caídas de sistemas tecnológicos, suponen perder hasta 1,9 millones de euros derivados de una reducción de productividad.

En octubre el precio medio de la gasolina cayó un 3,4%, hasta un precio que no se veía desde finales de 2012. En línea, el barril del petróleo Brent se ha desplomado por debajo de los 70 dólares hasta su mínimo desde 2009 amenazando la estabilidad económica.

La crisis aún se nota en el bolsillo. Por eso, 9 de cada 10 españoles adelantarán la compra de las cenas navideñas para poder ahorrar unos euros.

Ya estamos a punto de iniciar la temporada de vacaciones y compras navideñas. Los más afortunados viajarán al extranjero y les surgirá nuevamente la duda de si es más recomendable llevar la tarjeta para los gastos o cambiar dinero y manejar efectivo.

¿Sabemos qué es el Euribor, cómo se hace una declaración de la renta, qué supone que se deprecie una divisa o lo que es un depósito? Pues parece que poco. Al menos, el 32% de los europeos no.

Cada empresa es un mundo, pero todas ellas tienen espacios comunes; no hay nadie que no quiera un ascenso, hay situaciones genericas que molestan y las críticas se suelen encajar mal.

La locura consumista navideña ha comenzado. Este año, como viene siendo habitual desde hace un par de navidades, llega impulsado de la mano de la cultura anglosajona.

A la hora de pedir una hipoteca lo que nos importa es que el diferencial del banco sea lo más bajo posible, que la entidad sea fiable y que no nos intenten colar muchas vinculaciones. Pero, ¿Qué pasaría si la mejor opción nos la ofrece un banco que opera en el extranjero?